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lunes, 29 de julio de 2013

Bolombolo en Venecia, Antioquia!

No podíamos desperdiciar este hermoso clima que nos acompaña en las últimas semanas, por lo que la madrugada del domingo nos vio salir alegres de casa, para un nuevo recorrido con el grupo de ciclismo, que ha sido durante los últimos 10 años, el mejor aliado para recargar las energías después de las largas jornadas de intensa labor, que descargan las baterías casi por completo.
El recorrido elegido de dificultad intermedia, nos enfrentaría a un largo ascenso de cerca de 35 kilómetros, por lo que el encuentro fue programado temprano, y antes de la hora señalada, los 16 asistentes estaban listos para partir a la esperada jornada de pedal, risas y fraterno departir con los compañeros y hermanos de ruta.
El alegre lote que rodaba por la autopista sur, sería acompañado por incontables foráneos, que alegres quisieron acompañarse con el reconocido grupo ciclístico, referente del ciclismo recreativo tanto en Antioquia como en Colombia, por eso al ascender por Ancón, sería enorme la estela que sorprendidos veían circular los tantos autos que se dirigían a fincas del suroeste.

El lote se redujo significativamente en el vecino municipio de Caldas, debido a la enorme cantidad de acompañantes que se regresarían desde este punto, por eso al iniciar el ascenso de ida al famoso alto de Minitas, el grupo estaba compuesto únicamente por los 12 valientes que comandados por Juandiego y Monstruo, perseguían a los fugados desde las primeras rampas en el municipio de La Estrella, es decir a la categoría “C”: Morita, Magnelly, Rastrojo y Monito.
No es un error, el Monito fue desplazado a la categoría hasta ahora reservada para los mayores de 70 años, claro que no fue por su edad, solamente que al ver su lamentable condición física, de manera unánime se proscribió al reconocido ‘pájaro d’oro’ a este venerable subgrupo, lo que él sin sonrojarse confirmó al devolverse desde donde los demás de esta categoría decidieron hacerlo.
Los verdaderos pedalistas, continuaron el recorrido en descenso hacia Bolombolo, corregimiento de Venecia que fue epicentro de las concentraciones de mineros artesanales, que protestaron hace un par de semanas pidiendo que sea legalizada su milenaria actividad, en lugar de adjudicar cada vez más títulos mineros a las transnacionales que con una mayor inversión, dejarán en la ruina a todas las familias dedicadas tradicionalmente a esta actividad.
Mientras el MCLRT atravesaba los municipios de Amagá y Titiribí, se presentó la primera fuga importante, pues Juandiego bajó ‘volando’, llegando a tomar una considerable ventaja, decidiendo cuando llegó al lugar acordado para el regreso, no esperar al grueso del pelotón e iniciar el ascenso en solitario, por lo que no sería visto más por los demás Marielito’s; se rumoró que la actitud asumida por el insigne miembro del grupo, se debió a que su airada consorte le dio permiso hasta el mediodía, y tuvo temor a la reprimenda.
Esta situación hizo que solamente 11 ciclistas se vieran reunidos en el famoso puente sobre la quebrada Sinifaná, mientras algunos eliminaban residuos nitrogenados, otros aprovecharon para dialogar con un grupo de ciclomontañistas, que se dirigían por una trocha que conduce al municipio de Betulia hasta Titiribí; pero rápidamente se pusieron en marcha, para retar una vez más a la montaña, en esta extensa subida.
Quienes extrañamente no acompañaron al grupo en este maravilloso día de bielas, fueron los exguácharos, y decimos extrañamente, porque realizaron un recorrido paralelo, de características muy similares al realizado por el resto del grupo, nos referimos a Marín, Bedoya y Conrrado quienes decidieron bajar a La Pintada; publicaremos sus explicaciones en la próxima entrega de estas crónicas semanales.
El ascenso se hizo a un paso que permitió a Nicolás (Yerno), subir con el grupo, teniendo en cuenta que era la primera vez que realizaba este recorrido, que con una subida tan prolongada es de cuidado para todos los novatos en las lides del ciclismo; esto permitió que se conversara alegremente sobre los tópicos relacionados con el deporte más maravilloso que existe, y aunque con la degradación del Monito se esperaba una conversación más seria, Oscarice demostró que está en condiciones de reemplazar al gracioso pájaro de marras.
Monstruo se encargó de marcar el paso y Leña en apretarlo insistentemente, siendo reprendido por el primero; el Animal oficiaba como reportero gráfico, y Lococho silente pensaba en el descanso que lo espera esta semana en la bella isla de San Andrés, mientras Médico, Carlomagno y Pala seguían la rueda de un deteriorado Urrao, que al parecer no solo se comió los guppys que pescó, pues la enorme panza que sobresalía de su uniforme no pudo ser llenada por los diminutos animalitos.
El reaprovisionamiento en La Albania (Titiribí), fue dedicado a la lectura de un artículo donado por Carlomagno, que hizo ruborizar a más de uno, pues se vieron reflejados en las bien articuladas líneas que describían como entre los practicantes de nuestro hermoso deporte, abundan las obsesiones, que van desde el entrenar encarnizadamente hasta comer muy poco para conservar un peso determinado o incluso vomitar después de consumir alimento en cantidad que pudiese parecer excesiva; pero para ser neutral, esta práctica no es exclusiva del ciclismo, podríamos decir incluso que es una rutina en todos los ámbitos del ser humano, pues la competencia desaforada lleva a actitudes que ponen en riesgo la integridad de la misma persona que pretende superar a su ‘rival’, como simple ejemplo, echar un vistazo al mundo de la moda…
Al regresar a la carretera, se continuó el gozo pleno de la compañía y poco a poco se avanzó para pasar nuevamente por Amagá y Camilocé, para atravesar por el famoso ‘arenero’ donde la inclinación alcanza el no despreciable gradiente de 12%, lo que infortunadamente llevó a rezagarse al Profe y Yerno, quienes a pesar de su pronta recuperación, ya no dieron alcance al resto del combo, que ascendió unido hasta llegar a Minitas, donde se realizó la reagrupación.
Una salida memorable, como todas las que realiza el Mariela’s Cycling Leña Racing Team, que nos llevó al hogar después de 130 kilómetros de total satisfacción, y esperando con ansiedad el regreso del domingo para compartir otra vez el deporte nacional, junto a la mejor compañía posible … ustedes! 

P.D.  A prepararnos para nuestro "Tour de Francia", con ánimo que si se puede!

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