El inicio del ascenso más vistoso (o bonito para algunos) al oriente antioqueño, se hizo en un compacto grupo de cerca de treinta ruteros, que desprevenidamente atravesaron una de las zonas otrora más convulsionadas de nuestra ciudad; y es que la comuna 9, como es de todos conocido, ha sido de las que más crímenes ha registrado en Medellín.
Sin embargo, el alegre pedaleo y las risas, acompañaron a los Marielo’s en esta, que habría de ser otra excepcional jornada de bicicleta; y es que 30 coloridos binomios bicicleta y pedalista, no pasaron inadvertidos por los pocos madrugadores y los muchos amanecidos que nunca faltan en los sectores populares de cualquier municipio de nuestro país. Casi todos, estábamos felices de realizar este ascenso, que precisamente por motivos de seguridad, no es el más apreciado de los recorridos dominicales; departíamos sobre múltiples tópicos, cuando se insinuó el primer resquebrajamiento del grupo, pues algunos como Monito, Araque, Ronjano, Masajes, Frank, Profe, Zurriburri y Pachobalas, decidieron subir a un paso que se antojó lastimero para la mayoría; entre tanto, Paila pasaba como alma que lleva el diablo por su lado, para reportarse en cabeza de pelotón, tan solo transcurridos un par de kilómetros de ascenso.
Por un momento, se pensó que el único corte iba a ser ese, pero más pronto de lo que se pudiera adivinar, y una vez se había sobrepasado a Morita, Rastrojo y Magnelly (que se adelantaron en el horario oficial), aflojaron el paso Médico, Carlomagno y Sancocho, quienes decidieron subir a un ritmo un poco más relajado.
De ahí en adelante, comenzó la debacle, pues el ritmo aumentó paulatinamente, e invitados como Edward, y un par de “tíos” (como dirían en España) muy jóvenes, quisieron mostrar sus cualidades y doblegar a los Marielito’s, pero estos últimos, casi siempre están dispuestos a demostrar que sus condiciones no pueden afrentarse fácilmente y respondieron con todos sus bríos a tan tozuda provocación. Así que, el reguero fue monumental, pero los foráneos se quedaron con los crespos hechos, pues a pesar de sus múltiples intentos, quienes coronaron el puerto del silletero en primera, segunda y tercera posición, fueron Urrao, Pantani y Paila, para elevar la honra de nuestro insigne grupo. Y como si fuera poco, los invitados solamente consiguieron unos pocos segundos con pedalistas como Oscarice y Chepelimón, que llegaron literalmente pisándoles los talones. Solo un poco más atrás, haría el ingreso un sorprendente Pala, Juandiego, Fastástico, Gaviota, Leña... y todos los demás.
Después del reagrupamiento, que incluyó a Juanda, que nos esperaba en el alto al salir de su finca en Marinilla, para encontrarnos allí; Zurriburri por motivos familiares, y Ronjano por sentirse mal en su condición física, decidieron despedirse y regresar por la loma que acabábamos de subir, despidiéndose afligidos, mientras los demás continuaban rumbo al municipio de San Vicente Ferrer. Aunque, el sitio destinado para la merienda había sido estimado a la altura de este pueblo, se presentó una sublevación por parte de quienes tenían mucha hambre, y entre los cuales por supuesto se encontraba el Profe, que en esta oportunidad fue secundado por Leña e increíblemente Pachobalas, quienes decidieron desayunar en el aeropuerto, tan solo unos kilómetros después de descender al valle de San Nicolás.
Las viandas fueron abundantes, y en este sitio nos encontramos con los hermanos Slack: Omarduque y Juanduque, quienes subieron por la autopista a Bogotá, que según indicaron implicó para ellos un menor esfuerzo. Las arepas, buñuelos, empanadas, almojábanas y los pasteles de pollo salieron de la olla, para ser engullidos con verdadero ímpetu por los comensales, que parecieron por un momento, haber sido rescatados de un secuestro de varios años en las selvas de nuestra bella Colombia.
Y como si se pretendiera prolongar la metáfora, una vez finalizada la alimentación, salieron en sus caballitos de carbono, a máxima velocidad, y aunque parezca increíble, a la altura del antiguo hipódromo de Guarne, se iniciaron una serie de verdaderos ataques sucesivos, que doblegaron la integridad del grupo, atomizándolo por momentos. La posterior explicación dada por los aventureros, fue la cercanía del Clásico de ejecutivos “El Colombiano”, que será corrido por primera vez, por un numeroso contingente de Marielo’s.
Nuevamente los jóvenes invitados, quisieron tomar la delantera y atacaron en los ascensos que se insinúan una vez se realiza la desviación de la autopista, pero, se vieron impotentes, ante el fuerte paso impuesto por Urrao y Pantani, quienes al no encontrarse en este grupo Paila, fueron los encargados de salvar el orgullo Marielo’; y nuevamente uno a uno los demás integrantes de nuestro lote, arribaron al municipio destino de tan inolvidable faena de ciclismo. Sin embargo, no todos llegaron hasta el casco urbano, pues, mientras Rastrojo, Morita, Magnelly, Omarduque y Juanduque se regresaron directamente por la autopista; quienes perdieron la rueda se devolvieron un kilómetro antes del mismo; entre ellos estaban Carlomagno, Monito, Sancocho, Omero, Animal y Araque, y quienes llegaron hasta la entrada de San Vicente, al notar el gran retraso en el arribo de sus coequiperos, decidieron iniciar el regreso previendo que no aparecerían.
Los primeros en iniciar la marcha fueron Chepelimón y Leña, quienes precisamente por eso tomaron una enorme ventaja, que se acrecentó ante la plática flemática entre Urrao y Oscarice, quienes tuvieron que ser esperados por los demás. Al reagruparse este lote, se comunicó con el de punta, para entender, que llevaban más de 7 minutos de retraso, y se decidió realizar una imponente persecución, que sin lugar a dudas descontó terreno importante, pero, que no logró finalmente su objetivo. Vale la pena, en cualquier caso, resaltar el trabajo hecho por Urrao, Fastástico, Pala, Paila y Médico, quienes llevaron a rueda al resto del grupo, incluyendo a los foráneos, que solo aparecieron en los últimos dos kilómetros, en donde la carretera pica hacia arriba.
En el alto de La Sierra, volvimos a estar juntos, y pudimos compartir las impresiones de esta maravillosa epopeya, así como en el descenso y el resto de la ruta que nos llevó a nuestros hogares, en perfectas condiciones, para compartir el resto del fin de semana con cada una de nuestras familias.
Conocedores del seguimiento que realizan ellas (familias), de nuestra página, en nombre de todos, a través de este medio, queremos decirles: Gracias!! muchas gracias!!! por permitirnos vivir esta experiencia maravillosa, pues sabemos de muchos que quisieran tenerlas, pero deben sacrificarlas para evitar problemas en casa.
A todos los compañeros de andanzas, también gracias, y no olviden la próxima cita…
MARIELA'S CYCLING TEAN muchas gracias por regresar con tus tan importantes cronicas los estraño bastante pero con estas cronicas paresiera que estuvieramos ahi hojala no vuelban a faltar un caluroso abrzo a todos los MARIELITO'S ATT cuneta
ResponderEliminarCunetica: ojalá que podás regresar pronto a la ruta; descontado que vas a mejorar de la patología que ahora te aqueja, te esperamos con el mejor ánimo y gusto.
ResponderEliminarmucha falta hace la crónica escrita de cada etapa, Enhorabuena el retorno de la reseña y ojala nunca falte...
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