Desde muy temprano, la mañana se mostró gris, y amenazaba con dejar caer grandes cantidades del más preciado líquido sobre la tierra; sin embargo, el grupo era optimista, y en enorme número, se dirigió hacia la autopista que de Medellín conduce a la capital del país.
Aunque se comentaba sobre la posibilidad de lluvia, el jolgorio y camaradería hicieron que eso pasara a un segundo plano, y se degustara el plato ciclístico de este día, que incluía un solo ascenso fuerte, correspondiente, justamente al primer puerto que ascendíamos en estos momentos. El paso fue verdaderamente fuerte, cuando la Bestia se puso frente al gran paquete, el cual se vería reducido sustancialmente, dejando rezagados a los hermanos Schleck, el Monito, y al dar alcance a Magnelly y Rastrojo.
Las fuerzas de algunos, que hasta el peaje parecían vigorosos, los abandonaron, y comenzó a la altura del peaje, el ya famoso “reguero”, de ciclistas, que dejó en punta, solamente un selecto grupo, encabezado por Pantani y Paila, que como siempre, realizaron un excelente ascenso, que incluso en la parte final descolgó a el Cabezón, quien hace apenas un par de años era categoría élite; otros que no decepcionaron fueron Leña y Pala, que perdieron solo unos pocos segundos respecto a los antes mencionados; los demás, se trataron de defender, con la garra que caracteriza a los Marielo’s. Impresionó por su gran recuperación en la parte final del alto, el Animal, que de atrás para adelante, fue alcanzando, y dejando en el camino a más de un Marielo’, y algunos foráneos, que se habían unido al lote; también la entereza de Patricia, que con gran brío, coronó esta primer escalada del día. Un poco antes del mencionado peaje, vimos sorprendidos, como Morita atacaba al grupo, llegando a tomar algunos metros de ventaja; esa fue una de las causas del acelerón, que empezó a desgranar el lote.