Un grueso contingente, en su mayoría ataviado con el vistoso
uniforme negro del Mariela’s cycling leña racing team, rodó en las primeras
horas de la mañana por la autopista norte del valle de Aburrá; el destino
programado se encontraba en el municipio de Don Matías, más exactamente en el
alto de Matasanos.
La alegría y bullicio llenaron la vía mientras el lote en
pleno avanzó ganando metros por la que a esa hora ya era un camino exclusivo
para ciclistas, pues al superar el puente de la calle Barranquilla, la
“variante” hace parte de las rutas definidas como ciclovías los domingos en la
mañana, por eso, fueron muchos los foráneos que se cruzaron con el selecto lote
Marielo’.
Todo trascurría tranquilamente, pero al pasar por el barrio
que despide a Medellín para dar paso al vecino municipio de Bello, la
bulliciosa música salía de varias de sus casas y abundaban los intoxicados a
las afueras de las mismas; uno de ellos, que invadió la carretera, decidió lanzar
una patada a un ciclista que avanzaba en sentido contrario, atravesándola justo
sobre la rueda delantera de Bedoya, quien sin el menor tiempo de reaccionar
rodó por el suelo acrobáticamente.
El silencio se tomó al lote de ciclistas y mientras el ebrio
solo atinaba a decir: “que pasó… no pasó nada”, Bedoya se limpiaba
su uniforme y los demás
observaban la escena con rabia, pero con la prudencia que implica la educación,
por lo que una vez el caído revisó y arregló su máquina, reanudaron la marcha
sin intercambiar un solo comentario.
Superado el infortunado suceso, la alegría volvió a reinar y
la distención fue todavía mayor, por lo que fueron rápidamente superados por el
grupo de “la recreativa”, saludando a su paso a viejos conocidos y amigos como
Caracol, Roiván, Bandeja, Kergüelen y demás contertulios que casualmente se
dirigían hacia el mismo municipio destino.
Mientras Yerno explicaba las razones de la ausencia de
Carlomagno, y Zurriburri recibía los pésames por su viudez repentina (aunque
temporal), el Profe hacía cuentas sobre los costos del próximo paseo a
Caramanta y Vampirín gozaba en silencio por las escoriaciones que suponía
escondía su archi-rival bajo la licra.
Entre comentarios y
risas se continuó avanzando hasta Hatillo, la famosa vereda de Barbosa que indica el punto de inicio del ascenso, que
con sus casi 13 kilómetros se convertía en el más duro escollo para superar en
este veraniego día; en este punto se perdió el rastro de Conrrado y Morales,
quienes decidieron seguir la ruta hacia Barbosa; el lote principal continuó la
vía de Matasanos, inicialmente se intentó preservar el
lote, pero muy pronto se notó que algunos habían decidido subir relajadamente,
por eso se formaron dos grupos en el primer kilómetro.
Lo que ocurrió después, también fue sorpresivo, el primero
en distanciarse por un paso sostenido fue el Caleño, quien rápidamente tomó
distancia, mientras el Médico “marcaba” a Pérez, un veterano corredor que
amenazaba el orgullo del MCLRT, increíblemente Bedoya decidió marcar al
vapuleado Vampirín y con ellos formando un trío desolador se encontraba Pala,
el Animal junto a Oscarice se les adelantaron para formar un tándem que
perseguía con ahínco a los punteros.
Los kilómetros en ascenso empiezan a sentirse en las
piernas, por lo que Caleño cedió terreno siendo superado por el Animal y
Oscarice, mientras el Médico mantenía la rueda del foráneo, hasta que al ver
una flaqueza de este aceleró el ritmo logrando superarlo en el alto;
entretanto, un poco más atrás se veía una inconcebible escena, Vampirín
disminuía el ritmo hasta casi quedar quieto sobre el asfalto y Bedoya a su
rueda hacía lo mismo, quienes pasaban creían estar observando una prueba de
pista y que los ciclistas estaban realizando una prueba de velocidad en pista;
este hecho fue aprovechado por el tercero en disputa, es decir Pala, quien
lanzó un furibundo ataque que dejó ‘sembrados’ a los dos émulos ruteros.
Sancocho sufrió más de lo esperado, mientras la revelación
de la etapa se metió en el top ten fue Gaviotín, que demostró un progreso
significativo y sin duda será uno de los opcionados al premio a la revelación
2014, aunque solo un par de minutos después arribó el Yerno, quien también
muestra una progresión importante.
El Monito cumplió una lamentable labor, mientras Zurriburri mantuvo
su regularidad, el Profe y Michelín cerrarían el lote que se reunió a degustar
unas deliciosas viandas en el estadero que sirvió como punto de abastecimiento;
sobre Rastrojo, Magnelly, Ana, Barriga y demás no se volvió a tener noticias.
Luego de un suculento tentempié, se dio media vuelta y el
regreso prometía ser calmado, pero Michelín y Yerno se adelantaron
significativamente en el descenso y al encontrarse con Cranky y Vargas que
venían de Puente Gabino, se hicieron inalcanzables, por lo menos en los
primeros kilómetros de travesía que los separaban de Medellín.
El reagrupamiento les permitió continuar la tertulia
iniciada en el restaurante, y el tema predominante fue el paseo del próximo fin
de semana, esperando que el clima permita la realización de este excelente plan,
y se pueda disfrutar del espectáculo del Mariela’s rodando por las carreteras
del país.
Un par de foráneos aumentaron el paso, justo en el punto
donde la carretera se empina por un par de kilómetros y disgregaron el lote
cuando se llevaron a rueda a dos ciclistas del lote y poco después otros
iniciarían una encarnada cacería que daría por resultado la victoria de uno de
los Marielo’s más potentes que llegó desde atrás para superarlos a todos en
Niquia, por supuesto nos referimos a Oscarice.
Luego de la detención para reagruparse, el Profe alegando
motivos familiares (partido de Pablito) continuó la marcha, llevándose consigo
a Zurriburri y Yerno, por lo que no fueron referenciados más; así mismo,
Michelín continuó junto a Cranky y Vargas que habían sido alcanzados ante el
fortísimo ritmo impuesto atrás.
Finalmente, solo 7 ruteros rodaron juntos, pues Animal se
retiró en este punto, y al llegar a inmediaciones del Palacio también se
retiraría Sancocho, por lo que poco antes de iniciar el ascenso a Palmas,
cuando el Monito pinchó su rueda trasera, solamente se encontraban con él,
Pala, Bedoya, Médico, Oscarice y Gaviotín.
Estos 6 valientes ascendieron por la dura cuesta con el
propósito de llegar al kilómetro 9 en el primer mirador, y el primer retiro a
la altura del contry club, fue el Monito, quien como siempre lanzó un tímido
ataque una vez iniciado el puerto, con la única consecuencia de quedar sin
fuerzas para terminar el trayecto propuesto; otro retiro sucedió a la altura de
la cola del zorro, donde Bedoya ‘colgó los guayos’ y decidió ingresar a La
fonda de Pedro a recuperar fuerzas para llegar a casa.
Conclusión, al mirador de las Palmas llegaron la revelación
de la jornada Gaviotín, Oscarice, Médico y Pala, pero al regresar, encontraron
a Monito en el contry esperándolos… de ahí en adelante solamente quedó la
emoción en cada uno de saber que el próximo fin de semana los reunirá
nuevamente, y en esa ocasión con destino “internacional”
FELICITACIONES !!! GAVIOTIN.. VAS MEJORANDO
ResponderEliminarNOTABLEMENTE .
buen reportaje, como de costumbre
ResponderEliminarno entiendo que tiene que ver el titular del articulo con el texto del mismo????
ResponderEliminarbuena cronica
ResponderEliminarmuy buenas fotos eso de rodar con dos fotagrafos es muy bueno
ResponderEliminarAnimalito, no sé en que estaba pensando...
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