Reapareció el Animal...

  Una nueva hermosa mañana, nos exhortó a reunirnos para pedalear y compartir la especial experiencia de pedalear.  Y es que cada salida, es completamente inédita y se disfruta como la primera.

Por eso, fueron pocos los que no asistieron a la convocatoria, y se conocieron las razones de Tabares que pasó en el bus del Nacional gritando, rumbo a su trabajo, y Cuneta, quien también debió dedicarse a su labor; mientras Ronjano parece que tenía algún afán, pues fue visto por algunos, cuando se dirigía en dirección contraria al grupo, y se comentó que se iba a su casa; una vez más, Monstruo no apareció, así como Juan y Omar Duque.

Los demás, puntuales, excepto Paila, que se quedó dormido… así que, iniciamos el recorrido en la autopista, dirigiéndonos a la Medellín – Bogotá, para afrontar la primera cuesta del día; reapareció el Animal, que con su espejito es inconfundible, y sin duda, se encontraba realizando la estrategia del pollo Rasmussen, de entrenar escondido, pero, entrenar mucho, pues no se le vio siquiera respirar pesado en tan exigente recorrido; una vez iniciada la escalada, el paso de Juandiego y Gaviota, fue difícil de seguir para algunos, que como el Monito, Masajes y los foráneos, que se unieron al grupo al inicio del ascenso; se pactó realizarlo en grupo, pero a diferencia de lo que ocurre regularmente, esta vez se cumplió el acuerdo.

Solamente Ehider salió un poco antes del alto, siendo recriminado por Carlomagno, con un “si no son capaces de salir en grupo, pues salgan solos”; esto paralizó a Pala, que tenía montado el ataque y un profundo temor que heló sus huesos,se lo impidió.  Gaviota y Henao, impidieron que el Médico incumpliera el pacto, pues cuando este intentó adelantarse, fue encerrado por estos, y por primera vez en varios años, se llegó en grupo compacto al alto.

Se inició la travesía que nos separaba del municipio de El Carmen de Viboral, y conversábamos alegremente, hasta cuando el Profe, decidió a la altura de Guarne, acelerar con la falaz excusa de huir de una hipotética lluvia, que nunca se dio.  El cambio de ritmo fue tan brutal, que la estela se alargó hasta dejar rezagados, mientras al Profe se unían Urrao, Edward y Sancocho, que sobradamente hicieron méritos para el Pájaro d’oro; sin embargo, para que no queden dudas, y la puntuación sea casi definitiva, una vez se reagrupó el lote (por detención de los fugados), el Monito lanzó un furibundo ataque, al que solo respondió Pantani, pues los demás, se limitaron a reír a carcajadas, mientras con paso relajado superaban al susodicho que quedó “limpio” después de su intentona.

Juandiego, que comandó al combo en la subida por el Túnel, se rezagó, y decidió abandonar la etapa, regresándose por la vía más corta; a esta altura, ya habíamos llegado a nuestro destino, y desayunamos en el parque del municipio de El Carmen, mientras conversábamos y chacoteábamos alegremente.  Al reiniciar, se realizó una parada técnica, ante un leve desperfecto en la máquina del Zurriburri, y esto fue aprovechado por Pala, para emprender las de Villadiego, y se aseguró que su afán se debió a que tenía permiso solamente hasta el medio día, fue acompañado por Henao, Monito, Morita y Pachobalas.

Los demás acordamos  continuar a paso distendido, y así se llegó a La Ceja, en donde por pinchazo de Masajes, nos detuvimos nuevamente, aunque algunos temerosos, decidieron continuar para esperar a los solidarios, en el alto del Nano, y así fue; por lo que el descenso por el Tequendamita, lo hicimos agrupados, excepto por la anticipación de Pantani, que venía más adelante, y luego supimos por las imágenes, que se adelantó en su oficio de reportero gráfico, para tomar panorámicas en la subida a Carrizales.

El grupo marchó suavemente, pero, el Animal, en su esperada reaparición, al verse abandonado por Henao, se descolgó raudo, para iniciar el ascenso definitivo de la etapa con ventaja; la cual fue suficiente para que llegara adelante al alto de Las Palmas.  Otro que se adelantó pero ya en el ascenso, fue Gaviota, que aprovecho un descanso antes de los kilómetros duros de la subida, para atacar, sin que fuese seguido por ningún otro ciclista, ante la férrea mirada de Carlomagno.

El acuerdo se rompió, cuando se empinó la colina, y las rampas alcanzaron el 20%, y justamente en ese momento, y cuando el Médico imponía un fuerte paso, con el que superó fácilmente a Monito, Pachobalas y Morita; Carlomagno sufrió un pinchazo, que lo dejó retrasado, junto a Zurriburri y Urrao, mientras veían impotentes cómo eran superados por Profe, Sancocho y Masajes, que se habían rezagado y eran los últimos. Paila, mientras tanto, con el desparpajo más grande, filmaba el ascenso, sin despelucarse…

El reagrupamiento en el alto de Las Palmas, permitió compartir sensaciones y disfrutar mutuamente de la compañía, para descender en forma tranquila hacia Medellín; lo congregación final del día, se dio en el Contry Club, en donde nos despedimos, y programamos la salida del próximo domingo.

Al llegar a la casa, sentimos indudablemente la satisfacción de una prueba cumplida, pero más importante, el compartir con la extensión de nuestra familia en la vía; muchas gracias a todos por su maravillosa disposición, y hasta la próxima.