De regreso a la ruta.

Es frecuente, que durante el fin de año, hasta los más consagrados ciclistas, hagan un pequeño receso en su arduo pedalear; claro, con excepción del Mariela's.

Quienes contemplativamente, se detienen a reposar su periné, de la presión ejercida sobre él todo el año; sufren su descanso en este comienzo de temporada. Y es que hace falta ver, el rodar relajado del grupo, sintiendo las piernas a punto de estallar, para entender, que no fueron pocos los que no se alejaron de la flaca, ni en navidad, ni en año nuevo, ni en reyes.

La primera cuesta del año, comenzó con un colosal esfuerzo, por no perder  la rueda y el paso, que aunque evidentemente relajado en el grupo, produjo jadeo al principio, desesperación más adelante, y mustia resignación al final; pues el dolor en muslos y piernas, aunque incapacitante, fue poco comparado con el dolor de ver el grupo alejarse fácilmente, en medio de la algarabía y la risa (de ellos, claro).

El aliento del grupo sin embargo, fue vital para continuar, sin asistir al centro de salud más cercano; esas palabras ánimo: "no está tan gordo", "esas llantas las baja rápido", "unos 10mil kilómetros y listo!", son un inmenso motivo para esforzarse más cada día.

Ya se habla de las próximas salidas, y de recorridos de 200 km al día, en etapas consecutivas, incluso de futuras salidas internacionales, y solamente, para quienes nos encontramos bajos de forma, el insomnio se convierte en compañero permanente, por la angustia de no conocer, si podremos rápidamente, encontrar la forma física para acompañar a nuestro insigne grupo.

Así, que a animarse para la retoma de las vías, que aunque maltrechas por el inclemente clima, nos esperan para deleitarse con el mejor deporte del mundo.

* P.D. No se confíen, que en dos o tres mesesitos, puede que quienes rían, sean otros...