Crónica, domingo 03 de octubre.

Un verdadero desfile de pedalistas, inició el duro recorrido programado; la mancha blanca cubría cerca de 50 metros de la calzada, que conecta a Medellín con el norte del departamento, y a la altura de Niquia, la gente se mostraba asombrada del imponente espectáculo que resultó ser el grupo Marielo’ rumbo a Gómez Plata.

En esta oportunidad, solamente se echó de menos a Monito, Paila, Monstruo, Tabáres, Peludo, este último, quien no asistió, al parecer por desazón, ante los cuestionamientos hechos por gran parte del combo, de no andar en grupo……   pues, en esta ocasión, se demostró con creces lo agradable que es un grupo armónico.      

A falta de estos portentosos ciclistas, nos acompañaron Paty, Masajista, Cóndor, Omar entre otros, que hicieron de este exigente recorrido, una verdadera fiesta, como debe ser.

El ritmo sostenido, permitió degustar el olor a piña madura que se apodera de la vía a la altura del municipio más frutícola del valle de Aburra, y apreciar el hermoso amarillo con el que se visten los árboles(Tabebuia Chrysantha) a orilla del río Medellín; lo que nos hizo soñar con un torrente de claras aguas, donde se pueda pescar y nadar…

Cóndor estaba tan absorto en estos pensamientos, que hizo un clavado en el pavimento al ‘sobrarse de rueda’, y arrastró consigo a Pantani, que rodaba detrás suyo, afortunadamente, sin consecuencias que lamentar.

Ya con cerca de 55 Km en las piernas, Morita decidió que era hora de regresar, y fue despedido cálidamente por todos, quienes admiramos al hombre que con la experiencia pilotea su “blanquita” y nos muestra el rumbo a seguir.  En el recorrido aún húmedo que nos condujo a Botero, y más adelante a Porce, algunos recordamos por momentos al Monito, quien con su radio deleita y saca risas a todos, pero, ahí estaban Chavela, Cóndor y Araque, que con su escándalo mantenían el ánimo en lo más alto.

Aunque, muchos habían prometido realizar solamente parte del recorrido, de manera asombrosa, en Porce solamente se devolvería Juandiego, quien anda bajo de forma, y a quien esperamos, recupere pronto su nivel.  Más adelante, y después de atravesar Puente Gabino, no sin temor por sus tremendos cráteres, se divisa un hermoso paisaje de clima cálido, que engalana una carretera, que gracias a su poco uso, se mantiene en aceptables condiciones, y que animó a los que pretendían regresar en este punto, a continuar la marcha, llevando a un grupo de 28 ciclistas a iniciar el duro ascenso, que como dromedario de tres jorobas nos llevaría a nuestro destino.

No fue sino empinarse el desnivel, para que comenzara la selección del grupo, con el intento (fallido por supuesto) de los acompañantes que se habían sumado al grupo en el recorrido, de irse adelante.  A este ‘ataque’, respondieron prontamente Nando, Pantani, Gaviota, Fastástico, Médico y Animal, que junto a tres foráneos, conformaron un lote, que rápidamente se desvaneció, ante el fuertísimo paso impuesto por Pantani, Nando y Gaviota, al que solamente pudo seguir uno de los foráneos, mientras otro de ellos que era alcanzado por Animal y Médico, preguntaba asombrado a estos: “Y suben a ese ritmo todo el tiempo ?”

Una casa campesina, pintada de un color rosado, que al contrastar con el verde profundo de las montañas, resalta su belleza, dio el anuncio de haber coronado la cumbre, y Nando que fue el primero en llegar, respiró aliviado después del enorme esfuerzo realizado; tan solo unos instantes después, arribaba Pantani, seguido de cerca por el primero de los foráneos, y después Gaviota. Tuvieron tiempo solamente de acomodar unas sillas en la pequeña glorieta de la virgen que recibe a quienes llegan al pueblo, cuando vieron aparecer uno a uno al resto de ciclistas, que con los dos foráneos, completaban 24, pues solamente se devolvieron en el ascenso Cóndor, Omar y los demás foráneos.

 “Patricia es una b/verraca” se escuchó decir con insistencia en boca de todos, y es que no es para nada fácil completar los más de 100 Km, terminando en esa dura escalada. Como un homenaje a todos los que llegaron, compartieron y disfrutaron  el arribo a Gómez Plata, aquí están sus alias: Capo, Profe, Zurriburri, Animal, Nando, Pantani, Gaviota, Juangui, Fastástico, Pala, Cuneta, Leña, Javierín, Chavela, Rastrojo, Chepe, Juan, Masajista, Paty, Villegas y Médico.

Una vez nos reagrupamos, se hizo el descenso, y reaprovisionamos nuestras reservas en Porce, para continuar a un ritmo relajado el camino de regreso.  Sin embargo, un pinchazo hizo detener la caravana, y a nadie sorprendió que fuera del Animal, quien parece que carga tachuelas en los bolsillos, y las utiliza en sus propias llantas, cada vez que se siente fatigado.  Al reiniciar el peregrinaje, fue Nando, quien aceleró el ritmo haciendo que los demás se formaran en una típica fila india, a la que se unió Tabares, que con uniforme de Colombia es pasión, salió mucho más tarde, por culpa de su trabajo.  Al estar más “fresco” que los demás, lanzó un violento ataque al pasar por Barbosa, que solamente fue respondido por el Médico y Nando, llegando a tener una considerable ventaja sobre el resto del grupo, que no se quedaba tranquilo, y emprendía la persecución, gracias a Gaviota, Pantani y Villegas, mientras el Animal se rezagaba, al entrar a una estación de servicio a inflar la rueda que había pinchado.  El paso del grupo, fue tan fuerte, que alcanzaron a los fugados, solo unos metros antes de llegar a el Hatillo, donde se hizo una parada de reagrupamiento, y donde se decidió que el resto del recorrido, sería relajado.

Pero, ya es tradición, que cuando se habla de “ir suave”, no se cumple, y en los repechos de la autopista, se hizo gala de la tradición, pues el endemoniado ritmo hizo que llegáramos “desgranados” a Niquia, donde se hizo el reaglutinamiento final, pues de ahí en adelante si se hizo el recorrido en forma distendida, despidiéndonos, con una enorme satisfacción y alegría; no sin antes definir el trazado de la próxima salida, que incluirá el oriente.