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martes, 3 de marzo de 2015

La tradicional vuelta a El Tablón.

Era una mañana fría, la lluvia que se precipitara en la madrugada anterior mantenía el pavimento mojado, por lo que hubo algunas dudas en el momento de salir de casa; habían pactado una ruta conocida, que después de tantos años era ya una verdadera tradición, aunque aquella lejana primera vez, el recorrido finalizó en el casco urbano del bello municipio que aunque más conocido por los personajes (buenos y malos) que surgieron en él, es la tierra del tigre… el tigre de Amalfi.
Los morrales se apiñaban en la silla posterior del vehículo, por cuanto la maleta del mismo se encontraba llena con los alimentos que harían parte del menú que disfrutarían en las siguientes 24 horas; eran 19 los ruteros que se dirigían al nordeste del departamento, pero al comenzar a rodar, algunos invitados se unieron al lote con la intención de hacer parte del recorrido, entre ellos se encontraba el Míster, el mismísimo Alan que según se rumoreó, no quiso hacer parte de este recorrido y decidió ir hasta el alto de La Quiebra y regresar a casa el mismo día.
El avance se vio retrasado por algunos inconvenientes técnicos de salida, y más aún por la hiperpericia del mecánico de turno, quien ante un pinchazo del Yerno de forma diligente cambió el neumático y entregó su trabajo saliendo raudo en busca de otra labor, pero como quedó demostrado, la ineptitud es la mejor compañera de este pajarraco mecánico, pues tan pronto el implicado quiso ponerse en camino nuevamente, una explosión demostró que la llanta había quedado mal montada y se dañó el neumático quedando varado una vez más.
Superado este infausto incidente, el camino se abrió a las ruedas de nuestros heroicos ciclistas, no así el cielo que se mantuvo encapotado la mayor parte de la mañana de este veraniego sábado de febrero; claro que eso no impidió que disfrutaran el camino y el bello paisaje que rodea el recorrido del río Medellín hasta convertirse en el Porce, justamente a la altura de la zona referenciada con este nombre, se hizo la consabida detención para la ingestión de nutrientes.
Por cuestión de gustos, unos tomaron las viandas en el tradicional Punto y aparte, mientras los demás lo hicieron en el restaurante de al frente, aún no se sentía resentimiento en las piernas, aunque habían llegado aproximadamente a la mitad del camino de esta exigente jornada; la alimentación fue moderada, aunque para no desentonar fue copiosa en el caso de algunos que no pierden la oportunidad para ‘atragantarse’ con todo lo que encuentran a su paso.  Al cabo de unos minutos, cuando se disponían a reiniciar la marcha, vieron sorprendidos como en el fondo de alguna caramañola se podía ver un extraño sedimento que ocupaba un importante porcentaje de la misma, sin embargo, la dudosa explicación indicó que se trataba de un poco de sales de magnesio que se habían anexado a la bebida.
El paisaje montañoso da paso a una planillanura extensa que bordea al río Porce y que permite apreciar colinas verdes con pastizales que disfrutan cientos de semovientes complacidos por el estupendo clima, que sin ser soleado, mantuvo una fresca temperatura muy conveniente para el disfrute de la bicicleta, por eso los ánimos permanecían encumbrados y la camaradería volvió a ser la principal compañera de los siguientes 60 kilómetros, cuando se rodó sin más pretensiones que disfrutar de la compañía y ganar metros al camino.
Ese es el verdadero ciclismo que ha caracterizado al grupo desde sus inicios, es el que permite disfrutar sin tensiones de la más maravillosa creación del ser humano, la bici. Infortunadamente en las últimas temporadas, tal vez por la crisis de los años, hemos caído en el torpe hábito de competir entre nosotros, incluso con la necia obstinación de valorar resultados que solamente son importantes para quien los hace, por esa razón conminamos a todos nuestros apreciados colegas a renunciar definitivamente a esa práctica sosa que únicamente demostrará el insulso orgullo que algunos profesan y el magro estado de forma de la mayoría de nosotros; si alguno duda de su pobre desempeño ciclístico, podrá demostrar lo contrario en una de las tantas carreras para viejitos que realiza la asociación de ciclismo.
La avanzada etapa llegó a los kilómetros de ascenso y desde las primeras rampas el sol castigó con fuerza al lote Marielo’, sin embargo, el ritmo impuesto por los competitivos fue tan intenso que terminaron subiendo en forma individual e incluso los últimos kilómetros pasaron factura haciendo reducir significativamente el ritmo y las fuerzas para pedalear, tanto que hay sospechas de nuevas prácticas ‘non sanctas’ con ayuda de vehículos motorizados; es completamente innecesario, pero con los antecedentes y las ganas de ‘ganar’ no podemos asegurar nada, estaremos atentos a las decisiones de los tribunales al respecto.
Como gladiadores enfrentaron la montaña y la vencieron, con algunas pocas excepciones todo el contingente Marielo’ se reunió en el alto de Montañita a celebrar la victoria en este nuevo reto; pero mientras compartían animadamente, el cielo se tornó gris y tan rápido como ingerían sus bebidas, la madre naturaleza dejó caer sus primeras lágrimas, tal vez por el sentimiento que produjo la sana disputa sobre quien había subido mejor, queriendo entonces acabar de tajo la insulsa discusión.
Por eso, se apuró el paso y el descenso se hizo con el agua en la espalda, pero no precisamente cayendo en la espalda, sino persiguiendo al grupo, alcanzando primero a quienes justamente por ello, decidieron resguardarse el pequeño baño de una casa a orilla de la carretera, el cual estaba adornado con la ropa interior del propietario de la misma, cosa muy disfrutada por la única fémina del grupo.
Otros enfrentaron el chubasco y hubo quienes se detuvieron en el mismo inicio del ascenso, lugar llamado “El Mango”, pero finalmente todos fueron llegando al sitio final de destino, no sin antes tener que enfrentar la aunque corta, dura cuesta que les permitió ingresar al famoso Tablón, donde pudieron por fin descansar.
La tarde continuó húmeda por lo que decidieron reunirse en el patio de una de las casas asignadas al grupo, departiendo y ‘chacotiando’ para disfrutar de la compañía mutua y seguir fortaleciendo los ya fuertes lazos que mantienen unida esta enorme familia; algunos para no perder la costumbre decidieron a pesar de las recomendaciones médicas, hidratar con etanol en diversas presentaciones, incluso midieron los recipientes para reemplazar sus caramañolas en la jornada de regreso al día siguiente.
La cena con el tradicional ‘asado’ y el descanso fueron la recompensa a un exigente esfuerzo, pero en la compañía de nuestros especiales compañeros y amigos, solamente fue el momento de recuperar fuerzas corporales para enfrentar nuevamente los kilómetros que nos condujeron de regreso a casa.
La mañana mostraba sus intenciones veraniegas y los primeros rayos de sol chocaban contra las lejanas montañas que separan el valle del Porce de municipios como Guadalupe y Carolina del Príncipe, y la crema bloqueadora no podía faltar en la piel expuesta de los ruteros que iniciaban una nueva jornada.
Las caras de satisfacción contagiaban a quienes aún tenían trazas de sueño y el opíparo desayuno restableció las energías para pedalear con ahínco hacia nuestro hermoso valle de Aburrá; la foto reglamentaria y las bromas continuaron dando un toque mágico a la jornada y las sensaciones en las piernas auguraban un feliz retorno.
Nada cambió el ambiente festivo de la jornada, que incluso se enriqueció con la aparición de dos compañeros más, quienes rodaron desde Medellín para unirse al combo en el regreso haciendo más de 200 kilómetros en una sola jornada; los demás harían 300 pero en dos jornadas, siendo la primera más larga al incluir el ascenso mencionado hacia el municipio de Amalfi, y consecuentemente el descenso para llegar al lugar de destino.
Después de dos días de compartir la pasión por el mejor deporte inventado hasta el momento, la despedida no fue triste sabiendo que es temporal y muy corta, pues nos esperan nuevos retos y conociendo la solidaridad y compañerismo que nos aguarda al interior del lote, solamente estamos ansiosos por que comiencen pronto; gracias a cada uno de los valientes compañeros de ruta y el abrazo extensivo a sus familias, ellas hacen posible estas escapadas de felicidad!

2 comentarios:

  1. MEDICO EXCELENTE CRONICA ES EL SABOR DESPUES DE DEGUSTAR LA BICICLETA Y SUFRIR CON GANAS POR EL DEPORTE QUE NOS REGALA LA PASION DEL DISFRUTE DEL PEDAL

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  2. Cochito sos el mejor, despues de XIOMARA!!!

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