En esta oportunidad nuestra crónica está basada en la ahora conocida disidencia que fue montada por algunos renegados integrantes, quienes encabezados por el señor Vampirín, nos invitaron a acompañarlos en su extenso recorrido por el suroeste del departamento, el cual fue decidido ante la menos extenuante ruta programada oficialmente por el MCLRT.
Nos dirigimos entonces por la ruta que conduce al sur del valle de Aburrá, junto a 8 ciclistas ataviados con uniformes de diversos colores, cuya única uniformidad consistía en el balanceo de sus piernas haciendo girar las bielas; sobresalían entonces el enorme apéndice adiposo del abdomen de Vampirín y la raída camiseta con el letrero “Bugalagrande” del Caleño y mientras cuatro se los asistentes lucían el uniforme Marielo’ blanco, Monstruo decidió asistir con el de color negro; por consiguiente el grupo era colorido y dispar.
Sin embargo, como muchos vaticinaron Vicario se despidió para emprender el regreso desde este punto y explicó que compromisos familiares le obligaban a estar en casa antes del mediodía, todos parecieron entender, pero se extrañaron ante la decisión de Monstruo de continuar la ruta, pues había insistido en que se devolvería con Vicario, pero ante las sensaciones musculares cambió de opinión… se arrepentiría?
El camino hacia La Pintada fue placentero, el clima acompañó y abrazó al lote, pues con una sombrilla nebulosa impidió que el mono Jaramillo calentara el asfalto y la temperatura, con lo que nuestros eximios pedalistas mantuvieron el ánimo arriba sin perder tanto sudor como era de esperarse al recorrer esta travesía que bordea al río Cauca en contra de su torrente, y que aunque con hermosos paisajes regularmente mina las fuerzas de los deportistas en especial por el intenso calor que deben resistir.
Superaron Puente Iglesias, sitio que una semana atrás permitió la desviación del lote oficial hacia el durísimo ascenso por Marsella hacia Fredonia, continuando sin detenerse para rápidamente, comandados por Leña y Monstruo llegar a La Pintada en el preciso momento en que nuestros escarabajos demostraban su gran forma en la competencia italiana de Tirreno Adriático, por lo que pudieron disfrutar de los últimos metros dicha competencia y anhelaron el “fresco” que sentirían aquellos que rodeados por nieve celebraban el triunfo colombiano.
Bedoya quien hasta ese momento había permanecido escondido en el fondo del lote, mostró una sonrisa socarrona mientras degustaba un reparador caldo de pescado, al mismo tiempo que Pala se mandaba dos de esos mismos platos y feliz llamaba a casa para informar que se sentía “de maravilla” para iniciar la parte más exigente del recorrido, el ascenso a Minas.
Poco después de iniciar el exigente trayecto que con un poco más de 41 kilómetros los lleva desde los 500 metros de altitud a los 2650 en el alto, Monstruo mostró debilidad y comenzó a rezagarse poco a poco, siendo no solo esperado por el resto de compañeros, sino lo más importante recibiendo de ellos el apoyo y ánimo que le hicieron esforzarse hasta llegar al pie del tramo más complicado de la subida, es decir el famoso sector de La Quiebra.
Al iniciar este duro trayecto de cerca de 8 kilómetros que lleva al municipio de Santa Bárbara, Monstruo cedió definitivamente y perdió la rueda del pelotón, este sin aumentar significativamente el ritmo se alejó del cansado escalador para verlo un par de kilómetros más adelante pasar a bordo de un motorratón, que para quienes no conocen es un tipo de transporte utilizado en muchos municipios de nuestro país y que es una mezcla entre motocicleta y carro repartidor de ponqué Ramo.
El resto de incidencias no se reportará en esta crónica, pues la Hormiga quedó encargado por la redacción de esta página para brindar los secretos y pormenores de lo sucedido desde este punto, hasta la llegada de estos héroes anónimos a sus respectivas casas, por eso, espere pronto la descripción precisa de todas las incidencias, por lo pronto les dejamos las fotos como abrebocas para el artículo del nuevo periodista de este prestigioso semanario.
Fotos, click aquí: Fotos, vuelta al sur.
Nos dirigimos entonces por la ruta que conduce al sur del valle de Aburrá, junto a 8 ciclistas ataviados con uniformes de diversos colores, cuya única uniformidad consistía en el balanceo de sus piernas haciendo girar las bielas; sobresalían entonces el enorme apéndice adiposo del abdomen de Vampirín y la raída camiseta con el letrero “Bugalagrande” del Caleño y mientras cuatro se los asistentes lucían el uniforme Marielo’ blanco, Monstruo decidió asistir con el de color negro; por consiguiente el grupo era colorido y dispar.
El mencionado Vampirín lució un uniforme que le permitió lucir
su antioblongo perfil, y en donde se leía el nombre con el que desea ser
conocido ahora el misterioso miembro del grupo, que es acusado de disidencia
por buena parte del grupo, el epíteto que quedó registrado en varias fotos como
prueba es el de GORDANA.
El descenso hacia Bolombolo después de superar el municipio de Caldas, se realizó en forma relajada y nuestros ruteros compartían experiencias mientras dejaban rodar sus flacas; superamos entonces los municipios de Amagá y Titiribí sin detener la marcha y una vez en el sitio donde la Hormiga sufrió la fractura de su brazo en un absurdo accidente, se hizo la primera detención cuyo objetivo era solamente recargar líquido en sus caramañolas.Sin embargo, como muchos vaticinaron Vicario se despidió para emprender el regreso desde este punto y explicó que compromisos familiares le obligaban a estar en casa antes del mediodía, todos parecieron entender, pero se extrañaron ante la decisión de Monstruo de continuar la ruta, pues había insistido en que se devolvería con Vicario, pero ante las sensaciones musculares cambió de opinión… se arrepentiría?
El camino hacia La Pintada fue placentero, el clima acompañó y abrazó al lote, pues con una sombrilla nebulosa impidió que el mono Jaramillo calentara el asfalto y la temperatura, con lo que nuestros eximios pedalistas mantuvieron el ánimo arriba sin perder tanto sudor como era de esperarse al recorrer esta travesía que bordea al río Cauca en contra de su torrente, y que aunque con hermosos paisajes regularmente mina las fuerzas de los deportistas en especial por el intenso calor que deben resistir.
Superaron Puente Iglesias, sitio que una semana atrás permitió la desviación del lote oficial hacia el durísimo ascenso por Marsella hacia Fredonia, continuando sin detenerse para rápidamente, comandados por Leña y Monstruo llegar a La Pintada en el preciso momento en que nuestros escarabajos demostraban su gran forma en la competencia italiana de Tirreno Adriático, por lo que pudieron disfrutar de los últimos metros dicha competencia y anhelaron el “fresco” que sentirían aquellos que rodeados por nieve celebraban el triunfo colombiano.
Bedoya quien hasta ese momento había permanecido escondido en el fondo del lote, mostró una sonrisa socarrona mientras degustaba un reparador caldo de pescado, al mismo tiempo que Pala se mandaba dos de esos mismos platos y feliz llamaba a casa para informar que se sentía “de maravilla” para iniciar la parte más exigente del recorrido, el ascenso a Minas.
Poco después de iniciar el exigente trayecto que con un poco más de 41 kilómetros los lleva desde los 500 metros de altitud a los 2650 en el alto, Monstruo mostró debilidad y comenzó a rezagarse poco a poco, siendo no solo esperado por el resto de compañeros, sino lo más importante recibiendo de ellos el apoyo y ánimo que le hicieron esforzarse hasta llegar al pie del tramo más complicado de la subida, es decir el famoso sector de La Quiebra.
Al iniciar este duro trayecto de cerca de 8 kilómetros que lleva al municipio de Santa Bárbara, Monstruo cedió definitivamente y perdió la rueda del pelotón, este sin aumentar significativamente el ritmo se alejó del cansado escalador para verlo un par de kilómetros más adelante pasar a bordo de un motorratón, que para quienes no conocen es un tipo de transporte utilizado en muchos municipios de nuestro país y que es una mezcla entre motocicleta y carro repartidor de ponqué Ramo.
El resto de incidencias no se reportará en esta crónica, pues la Hormiga quedó encargado por la redacción de esta página para brindar los secretos y pormenores de lo sucedido desde este punto, hasta la llegada de estos héroes anónimos a sus respectivas casas, por eso, espere pronto la descripción precisa de todas las incidencias, por lo pronto les dejamos las fotos como abrebocas para el artículo del nuevo periodista de este prestigioso semanario.
Fotos, click aquí: Fotos, vuelta al sur.
eduardo, buenas noches, probando conexion
ResponderEliminar