La verdadera pasión, en la semana mayor!

El día previo a la partida, muchos quedaron sorprendidos al ver el desfile de Marielo’s que se hicieron presentes en los diferentes talleres de la ciudad, e incluso, se conoció que muchos visitaron clínicas y centros especializados en hematología, trasplantes y transfusiones; claro que no hay evidencia de ello, y no sabríamos para que visitarían dichos establecimientos, de ser cierto.

Parece que el nerviosismo y la expectativa fueron constantes, y se esperaba que no conllevaran bajos rendimientos, y como ha ocurrido previamente a enfermedades diarreicas que comprometen no solo la integridad de la caravana, sino tal vez la asistencia a tan magno evento.

Desde ya, se escuchan propuestas sobre las futuras rutas, y se ha rumorado que una de ellas podrá ser el ascenso a Alpe dHuez, Col d’Aspin, Col d’Aubisque, Col du Galibier, Col du Tourmalet, Hautacam o Col du Télégraphe, en un par de años; amanecerá y veremos…

Bajo un receloso firmamento, que con enormes nubes oscuras amenazaba la semana santa, el grupo se reunió en torno a la camioneta que conduciría Lukas, para dar inicio a la más importante jornada ciclística del MCLRT en el presente año. 

Era miércoles y misteriosamente, el Monito no apareció y tampoco respondió a los ingentes llamados telefónicos realizados por varios de los valientes que se dirigían voluntariamente, como Jesús más de dos mil años atrás, a ascender en esta primera jornada el “monte de los olivos”, que consistió realmente en tres puertos de montaña bien definidos, y que condujo a la caravana desde Medellín, hasta Doradal.

El compacto grupo disfrutó de un clima seco a pesar de las predicciones que auguraban mucha agua, y rodó unido, hasta que un poco después de comenzar el primer ascenso que los llevaría hasta el oriente Antioqueño, se presentó el primer pinchazo, que increíblemente fue del Animal, quien nuevamente se reportaba con la novedad más frecuente que trae en cada salida; surgió una enorme preocupación en el lote, pues si solamente habían recorrido cerca de 30 km. como sería en adelante…

El ambiente festivo hizo que solamente se presentaran bromas, y se continuó el recorrido sin novedades, aunque a sabiendas que aunque el primer día era de tranquilidad, según las escrituras no sería así más adelante;  el trayecto de Guarne a Santuario fue relajado, y todos se preguntaban quien sería el Judas, que entregaría la salvación o integridad del lote, para que los carroñeros disfrutaran de la pasión y sufrimiento de los más débiles.  Eso tendría que esperar, todos sabemos que el miércoles santo, según los evangelios, no pasó nada raro, por lo que el grupo continuó sin apuro, hasta alcanzar Alto Bonito, donde algunos se detuvieron a ponerse chaquetas, y a eliminar los desechos nitrogenados, mientras Juanda, se despedía para regresar triste a su finca de El Carmen de Viboral, donde tendría que pasar su calvario por no poder acompañar al grupo.

La bajada fue rápida, y los últimos la realizaron en compañía de Marlon Pérez, quien junto a Felino y otros compañeros, descendió veinte kilómetros comentando lo agradable que sería la vuelta programada por los Marielo’s, que incluiría los departamentos de Antioquia, Caldas, Boyacá, Cundinamarca y Tolima. Al llegar al palacio de los fríjoles, todo era alegría, entusiasmo y camaradería, unos aprovecharon para comunicarse con sus familias, y rápidamente se comieron todo lo que había en el restaurante, parece que pensaron que se trataba de la última cena, pero fueron corregidos, esa sería al día siguiente.

Al reincorporarse, se volvió a rodar en grupo, pero cuando la inclinación se hizo cada vez más complicada, y el ascenso se presentó nuevamente, algunos fariseos se adelantaron y posteriormente se rezagaron otros, lo que explica el reguero que se apreció en la carretera, en los dos altos que debieron superar antes de llegar a Rio Claro, que por ser semana santa se encontraba más turbio que nunca; allí, se reagruparon mientras disfrutaban de líquidos servidos por una dama que al parecer  a algunos les hizo recordar a María Magdalena, a juzgar por los entusiastas comentarios que realizaron sobre ella.

Los únicos que no estuvieron presentes en el mencionado negocio, fueron Pantani, Animal y Juangui, quienes se adelantaron sin esperar al grueso del pelotón, llegando a Doradal con bastante antelación; los demás, continuaron el recorrido, al ser cerrado el local pues la María Magdalena debía ir a misa.

El recorrido de este día, podría compararse con el que realizó el mesías el domingo de ramos, y el Mariela’s hizo su entrada triunfal en Doradal siendo recibido en el hotel con algarabía, ovación y vitoreo; claro, que debemos aclarar, la bulla era producto de la emoción de los ciclistas y sus acompañantes, pues los habitantes del pequeño pueblo, solamente miraban con asombro.   La acomodación fue rápida, gracias a la gestión previa realizada por Pala, que garantizó entre otras cosas que no se tuviera ningún percance respecto al alojamiento en toda la vuelta.      Inmediatamente, se apreció el desfile de ciclistas en ropa de calle, buscando el mejor sitio para alimentarse y después de mucho escoger, sin duda… se quedaron con el peor; aunque todos sin excepción consumieron hasta la última gota de alimento que les fue servida, se demoraron más en levantarse, que en comenzar con las críticas a las viandas, que mucho condimento, que muy grasoso, que mucha sal, en fin… para que no quedaran dudas de su descontento, poco tiempo después, se encontraban en un restaurante de comida “Natural”, en donde se les vio comer como ballenas al tiempo que saludaban a Bedoya y Juanduque, quienes por motivos laborales, llegaron en carro hasta este punto, para continuar en bici al día siguiente; no faltaron claro las exégesis acerca de los kilómetros que se habían ahorrado, que no eran para nada despreciables, pues se trataba de cerca de 190.

La noche comenzó temprano para la mayoría, pero los más relajados se quedaron en la piscina dando lora hasta muy avanzada la noche, y fueron vistos cerca de la medianoche acercarse a sus respectivos aposentos, donde debieron descansar bastante,  si miramos el resultado de su desempeño físico el día siguiente.

El jueves de esta semana mayor, fue inaugurado con bombos y platillos, al menos eso parecía a las 2 de la madrugada, aunque al alertarse, nos dimos cuenta que realmente se trataba de truenos y relámpagos, que hacían caer grandes volúmenes de agua sobre el techo del pequeño hotel; pero ante el cansancio mayúsculo, los integrantes de la expedición, volvieron a dormir, y al abrir nuevamente los ojos, encontraron un claro cielo que les animaba a ponerse en acción rápidamente, por eso, lavaron sus pies y se dirigieron a la que sin duda fue una completa traición. Todos menos Pirry, quien tomó su bici y se desplazó en sentido contrario, para regresar a Medellín, donde lo esperaba más trabajo.

Tan solo un kilómetro después de empezar a pedalear, los 24 ciclistas se detuvieron frente a la entrada de la otrora mansión del más famoso capo de la mafia colombiana, y que en la actualidad funge como parque recreativo, aunque en su mayoría los visitantes parecen rendirle culto al hampa, pues lo más representativo del sitio es un avión, que según se dice fue utilizado para ‘coronar’ el primer cargamento de narcóticos del mencionado personaje.

Traición fue el sentimiento que reinó en este jueves de pasión, porque lo que se creía sería una etapa de transición y recuperación, fue poco a poco dando paso a un tremendo esfuerzo que con el intenso calor y humedad de la zona, fueron minando las fuerzas y la fe de los pedalistas, hasta casi dejarlos sin la última cena; mientras atravesaban municipios de Boyacá y Cundinamarca, para detenerse a evacuar la vejiga y a tomar líquido en el municipio caldense de La Dorada, donde por poco se pierde uno de los miembros de la caravana, víctima de una imprudencia al reanudar la marcha, cuando utilizó toda la calzada y fue por muy poco evitado por el automóvil que venía a gran velocidad; eso nos recordó la importancia de guardar la posición cerca de la línea blanca del lado derecho de la vía… bueno, a algunos.

El calor siguió acompañando al lote Marielo’ y el mono Jaramillo brilló con toda su intensidad, lo que hizo sudar profusamente a todos los miembros de la caravana;  también se vio marcadamente activos a los colaboradores del vehículo motorizado, que con gran entusiasmo  tomaban las fotos, llenaban caramañolas y ayudaban a inflar las llantas del Animal, que volvió a pinchar dos veces seguidas, por lo que obligado por las circunstancias, tuvo que cambiar las ruedas por otras que según informó, al día siguiente serían una verdadera cruz, pues aumentaron el peso de su preciada flaca.

Nora y Pablito sudaron tanto como los pedalistas, y parecieron disfrutar como estos de los espectaculares paisajes y de la, por buen trayecto, bien cuidada carretera, mientras un comedido Cuneta mimó a algunos ciclistas llevándoles el preciado líquido desde el carro hasta el lote; pero, esto no hizo olvidar su ausencia total en cabeza el pelotón, donde sin duda se gastaba mucha más energía, ante el viento que casi siempre estuvo en contra del desplazamiento.

El paso fue parejo, pero Pantani decidió nuevamente rodar más rápido y se alejó definitivamente del paquete, para realizar solo este trayecto tan extenuante; los demás rodaron a buen ritmo y al pasar por Guarinocito, aún había gran entusiasmo en el grupo de apóstoles de la bicicleta; el rodar se fue haciendo más cansino, y después de abandonar el municipio de Honda, la carretera fue en ascenso continuo por los cerca de 20 kilómetros que llevaron al MCLRT a Mariquita, municipio que vieron aliviados, pasado el medio día.

Para destacar, la llegada con el grupo principal de un corajudo Alan, quien viniendo de la isla de Gran Bretaña, soportó como un centurión el calor intenso de estas hermosas tierras latinoamericanas que por suerte quedaron en el mapa de Colombia; el “Míster” como fue nombrado nuestro insigne visitante, demostró que lo que verdaderamente mueve las piernas en este durísimo deporte, no son los músculos, sino la valentía y el coraje; eso ya lo había mostrado y lo reafirmó Magnelly, quien siendo el más veterano de los participantes, ante la ausencia de Morita, solamente se quejó de un par de calambres, que no pasaron a mayores y continuó rodando persistente.

Los 23 audaces integrantes del prestigioso grupo, se dedicaron a comentar la dureza del recorrido, y estuvieron de acuerdo en que no es una jornada de transición, es un verdadero calvario y se sintieron engañados con los mapas encontrados por internet, respecto a la dificultad del trayecto, pues el cansancio después de los 300 kilómetros acumulados, se sentía en cada músculo, aunque más en la mente, que sabía lo que sería el día siguiente, el viernes santo.

Nadie vio venir a los soldados romanos, y tampoco desaparecer al Judas, pero todos sintieron el beso en su mejilla, y se sintieron prisioneros de una obligación irrenunciable y penosa que les esperaba al amanecer.  Nuevamente, los relámpagos y los truenos les recordaron que por difícil que fuera su misión, habían sido enviados a cumplirla, por lo que sudaron sangre antes de caer rendidos en brazos de Morfeo.

Había amanecido, y después de una oración guiada por Lukas, el lote se desplazó por la vía que une a Mariquita con Manizales, era viernes  y se comenzó a sentir la pasión, mientras cargaban la cruz en su espalda (en el caso de Bedoya, literalmente); y comenzaban a subir la más difícil cumbre de todas las que se han programado en carreras ciclísticas en todo el mundo.  Los más de 82 kilómetros, fueron  un duro recordatorio de la flagelación y hasta la corona de espinas, pues todos sentían fuego en su frente, debido al sol abrasador que no quiso perderse el espectáculo dado por el Mariela’s cycling leña racing team.

Judas* sintió tanta culpa, que se adelantó desde las primeras rampas con la intención de salvarse, pero como se sabía, finalmente se colgó del cuello, cuando vio pasar como un ánima a Urrao, y las monedas de su deseo, quedaron esparcidas por toda la vía, junto a un paquete de galletas de chocolate.      Aunque en un principio, también se adelantaron Pantani, Juangui y Fastástico, dos de ellos no resistieron el durísimo ascenso y cayeron rendidos a su majestuosidad, mientras de atrás avanzaba con paso sostenido Monstruo, quien aunque sin alcanzar a Pantani, se quedó con el cuarto lugar en la cima.

Un irreconocible Sancocho, inspirado por su entrañable amigo inglés, el Míster,  subió con gran paso y parecía ‘tragarse’ la montaña, cuando cerca de Delgaditas, es decir a 20 km. de coronar la ascensión, fue visto tratando de orinar con su órgano en la mano por cerca de 10 minutos, sin que saliera ni una gota de líquido, por lo que decidió subir un poco más con la bicicleta en la mano, con la esperanza de que caminando bajara el fluido urinario, pero al ver que no ocurría, decidió subirse al carro, para ver si el calor hacía funcionar su sistema renal…       que infortunado fue cochito en este pasaje del recorrido; aunque otros como Pala celebraron que avanzaban un puesto más y se encontraban más cerca del cielo.

Las últimas rampas del mítico puerto, son tan duras como las primeras, y el calor sofocante, de las fincas ganaderas, va dando paso a un tupido bosque húmedo, que más arriba de Fresno  hace sentir menos bochorno; Padua parece un par de líneas de casas alrededor de la carretera, y de no ser por la procesión que recordaba la crucifixión del Mesías, hubiese parecido un pueblo abandonado, pues se sentía soledad.

Monstruo decidió realizar la subida sin el respectivo casco, por lo que se escuchó una fuerte voz con eco diciendo: “Padre, perdónalo porque no sabe lo que hace”; pero este ignoró la palabra para continuar devorando kilómetros agitando su abundante cabellera. Un grupo de seis ciclistas, paso de largo a quienes habían madrugado un poco más, y Míster, Rastrojo, Ingeniero, Magnelly y Juanduque los vieron pasar raudos en busca de la cima, ellos eran Urrao, Oscarice, Cuneta, Leña, Monstruo y Médico.  Más atrás, otro grupo llevaba a Pala y Frank quien no dejaba de hablar, hasta que comenzó a ver como Zurriburri perdía el paso, y era seguido únicamente por el Capo, quien le reconoció que: “en verdad os digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso”, el Profe y Bedoya sufrían a cada pedalazo.

La parte final se encuentra por encima de los 3000 metros de altitud, y se llega casi a los 3600, por lo que el paisaje se hace más áspero, y el oxígeno comienza a escasear haciendo más difícil respirar, y haciendo sentir más pesadas las piernas, alguien se pregunta, como se sentirán los alpinistas cuando van subiendo a picos tan elevados como el monte Everest.   El vehículo motorizado que trae a la familia del menor de los Duque, avanza con poca dificultad, gracias a sus 130 caballos de fuerza, mientras su dueño imprime la máxima potencia de sus piernas a su único caballito de carbono, por lo que al escuchar desde el interior a su heredero decir: “Padre aquí tienes a tu hijo”, responde “hijo aquí tienes a tu padre” y rápidamente se sube al carro sin terminar el ascenso.

Rastrojo, también encuentra imposible hacer la cumbre, y aprovecha un resquicio en el carro del Ingeniero para acomodarse junto a este y llegar al alto sin más esfuerzo, y sin siquiera asomar la cabeza, apenado consigo mismo por el incumplimiento de la meta.

El favoritismo pareció pesarle a Oscarice, quien desfalleció en la parte final cediendo ante quien se esperaba fuera su acompañante, es decir el nuevo rey de letras: Urrao; quien reemplaza a un desconocido Villegas, que no quiso defender el título ganado 18 meses atrás.  Pero, a pesar de lo difícil del reto, y del cansancio extremo, 19 héroes llegaron a la cima sobre sus bicicletas, asaltando la cumbre del coloso Letras, por eso merecen un reconocimiento especial, y los nombramos a continuación, para que se recuerde su osadía de enfrentar este gigante risco de la cordillera central, que separa los valles de los dos principales ríos de la geografía nacional, ellos fueron: Urrao, Animal, Pantani, Monstruo, Médico, Oscarice, Cuneta, Juangui, Fastástico, Leña, Chavela, Pala, Frank, Capo, Zurriburri, Profe, Magnelly, Bedoya y Míster.

El fabuloso clima, permitió un agradable descanso en pleno alto, donde degustaron de una deliciosa aguadepanela, y comentaron incidencias del duro trayecto avanzado; la alegría que representó llegar a cumbre, era tan intensa que hizo olvidar que faltaba el trayecto de bajada, hasta Manizales; este se comenzó más de una hora después del arribo del primer pedalista, y tan pronto como se tomó la cara contraria de la cordillera, se notó el gris oscuro que cubría el horizonte, por lo que pronto sintieron las primeras gotas de lluvia en la cara, que cada vez se hicieron más grandes, hasta tornarse en una verdadera tormenta, que hizo temblar las manos de todos los deportistas, haciendo demasiado difícil dominar el manubrio y frenar en las incontables curvas que tiene esta inclinada pendiente; tanto que Oscarice fue visto desde el carro por Bedoya y Mariluz, quien le insistía al primero que no era normal un temblor tan extremo, hasta convencerlo de preguntar a Oscarice si quería subirse al auto, y en ese mismo instante, este estaba pensando: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?”, por lo que pensó que había sido escuchado, y se trepó lo más rápido que pudo; sin embargo, un poco más adelante, y cuando recogían a un segundo integrante del MCLRT, en este caso Magnelly, Oscarice aprovechó para vomitar y vomitar tratando de expulsar sus demonios…

Después del difícil descenso, los recibió un repecho de 5 kilómetros, que por su marcada inclinación, minó aún más las ya reducidas fuerzas, y al detenerse en Bikehouse a reagruparse, todos fueron escuchados repitiendo: “¡Tengo sed!”.

Al llegar al hotel en pleno centro de Manizales, se apuraron a cambiarse las mojadas prendas y raudos se cambiaron de ropa, poniéndose sus respectivas chaquetas, que alivianaron el intenso frío, para dirigirse inmediatamente a consumir alimentos y así recuperar la energía, en el mismo restaurante donde en la expedición anterior, se habían alimentado. Lamentablemente, en esta ocasión, dos de las mesas fueron atendidas por una mesera al parecer con poca experiencia, que mezcló los pedidos de tal forma, que sirvió una limonada de mango, y llevó cerdo en lugar de pollo, además de ensalada con ajo en lugar de piña; lo peor es que cuando se vio obligada a corregir su error, devolviendo el jugo de mango que debía reemplazar la limonada, salió junto a la administradora que groseramente indicó que debían pagar el jugo, ya que lo habían probado; afortunadamente, los integrantes del MCLRT no se dejan provocar, y solamente aclararon que nadie había probado el dichoso jugo, Urrao analizó que probablemente al ser preparado en leche, al servirlo tendría espuma, y al desaparecer esta, el nivel debió haber descendido.

Por esta serie de malentendidos, el disfrute de las viandas no fue tan placentero como hubiese podido ser, y al terminar de comer y pagar el valor respectivo, salieron del local sintiendo que se quitaban un peso de encima, por lo que pensaron: “Todo está consumado”; aunque en realidad se encontraba era consumido.

En varios grupos, se dirigieron nuevamente al hotel, donde mientras unos apreciaban el video realizado y dirigido por Pablito, otros limpiaban sus flacas y con la valiosa ayuda de Cuneta, las dejaban a punto para la última etapa de la gira, que los llevaría de regreso a sus casas. Nuevamente se comentaron pormenores de la etapa, sobresaliendo con creces el enorme pundonor mostrado por Míster, quien incluso sintió frío, cosa increíble si tenemos en cuenta que vive en una ciudad que se caracteriza por el intenso frío que hace todo el año: Londres.

Obviamente, se mencionó la decepción que produjo el retiro de Sancocho, y este explicó que cayó en la trampa de Monstruo, quien mientras subían hizo comentarios que le hicieron desconcentrarse y convencerse de la imposibilidad de continuar, eso dijo él.  Cada uno mentó lo que más le había llamado la atención, o le había causado impresión, y de manera unánime, definieron que después de una increíblemente dura ascensión, la bajada no se había quedado atrás, incluso se escuchó decir al Capo, que nunca había sufrido tanto sobre la flaca.

El cansancio hizo que más temprano que las noches anteriores, todos se encontraran en sus respectivas camas, y poco después caían rendidos al sueño, no sin antes repetir piadosamente: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

El sábado, ya había sido crucificado Jesús, aquél Nazareno que cargo con las malas acciones de la mayoría de los hombres hace dos siglos, y a quien en el presente muchos admiran, respetan y hasta alaban, sin hacer casi nada de lo que propuso; el hombre que partió la historia de la humanidad; él sin duda hubiese querido cambiar más que eso… por ello, el cielo lloró a cántaros la mayor parte de la madrugada, pero al clarear, el alba fue luminosa y permitió que rápidamente el pavimento escurriera y la humedad ascendiera al cielo tal como se dice lo hizo el ‘rey de los judíos’.

Solamente 21 sobrevivientes, iniciaron la jornada final, pues Juanduque se había retirado en el alto de Letras, desde donde se dirigió a los termales de Santa Rosa de Cabal, a disfrutar de un merecido descanso junto a su familia; mientras Oscarice, después de su ‘pájara’ decidió no subirse en su caballito de carbono, con el pretexto de no sentirse bien, aunque después se supo que muy posiblemente el retiro estaba programado por él desde antes de iniciar el periplo.     Los demás bajaron al cañón del rio Cauca, donde por un extraño ruido que salía de la flaca de Pantani, tuvieron que hacer una parada técnica, que permitió apreciar los dotes en mecánica de compañeros como el Capo, que desarmaron la rueda trasera con mucha habilidad y al cabo de algunos minutos, el impase quedó solucionado, y pudieron continuar sin problema.

Adelante, se encontraban Rastrojo, Ingeniero, Magnelly y el Míster, al iniciar la jornada con media hora de ventaja, que sin duda se amplió por el desperfecto mecánico que tuvo que ser arreglado en plena vía; los demás rodaron agrupados, en el infinito sube y baja que los lleva hasta el municipio de La Pintada, donde saludaron a quienes venían adelante, y vieron como dos de ellos, Ingeniero y Rastrojo, abandonaban la ruta para continuar el trayecto en carro; entre tanto valientemente reiniciaron la marcha Magnelly, Míster y un poco después Chavela.

El almuerzo fue relativamente rápido, y se retomó el recorrido pasado el medio día, con paso controlado, hasta que nuevamente el Animal tomó las de Villadiego, ganando una gran ventaja; el Médico se adelantó a tomar una foto, pero Pantani y Bedoya creyeron que tenía intenciones de fugarse, por lo que salieron a marcarlo, y pasaron de largo cuando este disminuyó el paso con el fin de esperar la reagrupación del lote, sin embargo, ya no ocurrió nunca, pues poco después y antes de comenzar la temida ‘quiebra’, Cuneta, Fastástico y Juangui, también aceleraron el paso para adelantarse definitivamente, ya que por fuerza mayor, Zurriburri, Capo y Frank se detuvieron en Vista Hermosa, y al ver su retraso, Urrao, Leña, Monstruo y el Profe se regresaron en su busqueda, mientras Pala y Sancocho continuaban pedaleando; poco después, Frank sufriría un pinchazo por lo que el retraso de los 7 mencionados fue mayor.

Por esta circunstancia, la subida fue disgregada, y casi se trató de una contrarelog individual, en que cada uno de los ciclistas dejó sus últimas fuerzas en la calzada, y de manera increíble, nuevamente al Animal se le quemó el pan en el horno (que no en la puerta), pues fue rebasado por Pantani y Cuneta llegando nuevamente en tercer lugar, ya incluso se dice que es el nuevo Ullrich, y no es por lo rubio.
Pala realizó una subida apoteósica, alcanzando y superando al Médico, Chavela, Magnelly, Fastástico, Juangui y Bedoya, mientras Cuneta se vio recuperado de la etapa anterior y ascendió fulgurante. Los demás fueron llegando orgullosos, ante el asombro y la satisfacción de Pirry, que impaciente esperaba en el alto junto a su esposa, la llegada del lote Marielo'; y no es para menos, pues los más de 600 kilómetros realizados, son muestra de una grandiosa preparación física del grupo, pero también de un pundonor envidiable, que sobra en este exclusivo comboo de amigos que se reúne en torno del hermoso juguete de dos ruedas que cada uno de ellos lleva en el centro de su caja torácica, y que permite que su miocardio siga contrayéndose en forma rítmica.

Nuevamente Bedoya después de coronar la cumbre, realizó el descenso en su carro, y junto a él, bajó Magnelly, que lastimosamente no completó el recorrido, aunque eso no reste su tesón, por el que es admirado por todos.

Al llegar a Primavera, el locuaz Frank pinchó nuevamente y quienes rodaban en la parte de adelante no se percataron, por lo que el grupo se dividió, y solamente se reunió de nuevo en Envigado, pues gracias a un monumental taco que había en la entrada de Caldas, algunos se rezagaron aún más, mientras otros saludaban a Gaviota y Monito que habían salido a recibir la caravana a la altura de Ancón. Ya en Envigado, entre abrazos y agradecimientos, se despidieron todos, prometiendo nuevas aventuras en compañía de este maravilloso grupo de gomosos del pedal, y cada uno se dirigió a su residencia, para iniciar la pascua con el corazón henchido de orgullo, y la mente dispuesta para cualquier reto, pues fue superado uno verdaderamente titánico…

P.D. Un enorme agradecimiento a todos los que hicieron posible este esplendido paseo, y especialmente a las familias, pues solo con su favor, que demuestra su amor, fue posible que estos aventureros pudiesen disfrutar de tan envidiable gesta.     También un especial agradecimiento al Ingeniero, quien impulsó decididamente el proyecto; a Lukas que ya es un experto acompañante de grupos ciclísticos; a Nora que hizo sentir envidia del Profe, pues mostró tanta preocupación y apoyo en la carretera, que fue un motor en la bici de cada uno; a Pablito que toleró o disfrutó cada momento con una sonrisa en el rostro; a Mariluz que entendió la dureza de este noble arte y admiró la hazaña de cada uno; a los hijos de Juan, que mostraron su amor fraternal, extendiéndolo a todo el lote; a su compañera que vitoreó decididamente al lote y finalmente a todos los ciclistas, que dejaron su esfuerzo y su corazón en el de cada uno de sus compañeros; a todos un muy sincero abrazo y un GRACIAS!! En mayúsculas y admirado.

* Animal (por si quedan dudas)