El miércoles transmiten por RCN la crono. |
En medio de la incertidumbre se reunió el contingente
Marielo’ en el Palacio a la hora convenida; el ambiente lúgubre no eclipsó el
caluroso saludo y todos sintieron como se recargaba la energía en sus cuerpos,
lo único que faltaba era comenzar a ganar kilómetros a la carretera, por lo que
pronto se pusieron en marcha.
La cinta asfáltica húmeda no era el mejor augurio, y las
diminutas gotas que empezaron a sentir sobre sus rostros menos, y cuando éstas se
hicieron gruesas, el grupo rodaba tan solo unos metros delante del sitio de
encuentro, siendo tan numeroso no había siquiera terminado de fusionarse el
lote, cuando quienes rodaban adelante escucharon una algarabía en la parte
posterior y al voltear la cabeza descubrieron que los demás señalaban el
retorno por la “oreja” del puente de San Juan.
La lluvia ya no amenazaba, comenzaba a caer y al parecer por
iniciativa de quienes habían llegado desde el sur del valle de Aburrá, el
retorno era la mejor opción, pues al salir de sus domicilios encontraron las
calles secas y el cielo aunque encapotado no era tan amenazante como el que los
acompañaba en este momento.
No sabemos con claridad si todos subieron el puente que les
permitiría regresar hacia el sur, en esta ocasión por la calzada occidental del
río Medellín, pero el primero en desertar fue Vargas, quien ha sido un asiduo
invitado en las últimas jornadas, luego al llegar a la altura del famoso barrio
Conquistadores, lugar de residencia de Michelín, un buen número de pilotos
decidió detenerse, con la idea inicial de irse a dormir, pero después de una
meditación profunda decidieron buscar el frío intenso del alto de Boquerón,
seguramente tenían calor.
Solamente 8 ciclistas Marielo’s continuaron el recorrido
contrario al pactado, y se dirigieron hacia el sur, pero tan solo fue llegar a
la altura de la Aguacatala, cuando Vampirín demostró sin vacilación que se
acobarda fácilmente, aunque el comentario fue que se fue a la casa a cambiar de
bicicleta, para no mojar su hermosa Colnago, por lo de evitar el resfriado de
esta.
Los siete restantes rodaron con el temor de un chubasco,
pero con la enorme suerte que no volvió a caer ni una gota de agua, por eso,
atravesaron Itagüí, La Estrella y Caldas sin novedades, y en el trasncurso decidieron
tomar la vía de Minitas, hasta llegar a La Albania, poco antes del alto, se
cruzaron con Barriga quien ya regresaba hacia su casa; sin embargo, no
llegarían al punto mencionado pues Carlomagno, Zurriburri, Yerno y Sancocho
cambiaron de parecer y resolvieron regresarse de Paso Nivel, es decir antes de
llegar a Camilocé.
Solamente tres pedalistas continuaron el recorrido,
determinando dirigirse a Titiribí, por lo que el recorrido terminó siendo para
ellos suficientemente largo para ser un domingo, quienes vienen rodando duro es
decir Bedoya y Animal, esperaban que el Médico no fuera a quedarse haciendo su
famoso trípode al lado de la carretera, y con ello en mente descendieron raudos
para tomar el desvío a la derecha que lleva al municipio minero de San Antonio
de los Titiribíes.
El ascenso hasta la virgen que se halla en la cima de la
montaña que da la bienvenida a este pueblo, fue a un paso recio y constante,
haciendo que el Animal perdiera la rueda y llegara un poco retrasado; una vez
se cumplió el reagrupamiento, comenzaron a bajar en sentido contrario al que
habían transitado minutos antes y nuevamente la amenaza de lluvia fue máxima,
incluso sintieron un rocío sobre la piel que les hizo prever lo peor, sin
embargo, llegando a La Albania el cielo volvió a colorearse de gris claro como
desde muy temprano y pudieron degustar un merecido refrigerio.
El regreso a Medellín implicaba el ascenso de más de 20
kilómetros hasta el alto de Minitas, por lo que se esperaba sortear con
tranquilidad la cota, pero en vista del excelente estado físico de Bedoya, puso
un ritmo bastante fuerte que por momentos hizo pensar en que el Médico podría
quedarse rezagado, pero al llegar a Camilocé, el grupo transitaba unido y luego
del breve descenso que conduce a Paso nivel, el sector más recio fue
aprovechado por el Animal para acelerar aún más, y sorpresivamente quien se
retrasó fue Bedoya.
Cuando la carretera cesa en su inclinación, repentinamente
el Animal perdió la rueda del Médico y este se haría inalcanzable, mientras
Bedoya daba caza al primero para llegar al alto de Kachotis (Minitas), con
alguna diferencia respecto al galeno que por primera vez en el año, “atendió”
al hasta ahora intratable Bedoya.
De quienes cambiaron de recorrido, se conoció que Pala fue
hasta Palmitas y Barriga, Monito y Gaviotica lo acompañaron y después de
regresar, se entregaron en brazos de Baco hasta muy entrada la noche, con la
excusa de celebrar el día del amor y la amistad; no se conoce el destino que
tomaron Oscarice y Julián y Vampirín dice (nadie le cree…) que pedaleó hasta el
alto de Minas.
Por lo pronto solo nos queda esperar que en el próximo fin
de semana, el clima sea aliado de nuestro bello deporte, y podamos compartir de
la compañía mutua para nuevamente regresar a la senda del regocijo y comunión
del grupo; gracias por su compromiso con ello y los esperamos puntuales en
próximo domingo.
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