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lunes, 21 de abril de 2014

Gabo murió en semana santa... y nosotros de parranda. (Parte I)

Los echaron de la casa?
Aún dormía la ciudad y los clérigos soñaban con los siete potajes del día siguiente, cuando los corajudos Marielo’s se saludaban en un parqueadero del sur de la capital Antioqueña, todavía tenían fresco el recuerdo de sus lechos y unos taciturnos ojos demostraban el esfuerzo que habían realizado minutos antes para abandonar la comodidad del somier al que añorarían volver en tan pocas horas.
Momentos precedentes, alguno de ellos escuchó el timbre de su celular mientras terminaba una corta ducha y reconoció la voz amodorrada de su esposa que indicaba que la llamada era para él, por lo que rápidamente abrió la puerta del baño para tomar el teléfono y escuchar las palabras temidas: “ya son las cuatro y veinticinco”, la cita sería en media hora.
Aunque el clima era frío y los vaticinios coincidían en que la humedad sería compañera
Todavía no llovía...
permanente, el saludo no dejó de ser caluroso y contagió de ánimo a los 21 héroes junto a los cuatro acompañantes y dos conductores que iniciaban el peregrinaje tradicional de la semana mayor, que en más de 10 ocasiones ha visto rodar por carreteras de igual número de departamentos al contingente Marielo’.
Poco a poco comenzaron a avanzar por la autopista sur con la mente puesta en la capital del departamento de Caldas, serían para la mayoría un poco más de 200 kilómetros que terminando en premio de montaña demostrarían una vez más la clase y pundonor deportivo del grupo; aunque todos disimulaban su ansiedad recordando anécdotas sin importancia que permitían ocultar su verdadera procesión: se iniciaba la semana santa.
Llegando a Minas.
Era miércoles y todos habían acordado transitar armoniosamente para disfrutar del paisaje, lo que fue aprovechado para indagar por los compañeros ausentes, se dijo que Hormiga tendría visita desde su tierra ancestral, que Paila se trasladó a la costa caribe, se recordó la convalecencia de Morita, Oscarice no asistió porque sí y se mencionó que Cranky tenía un compromiso con la familia, todo entendible; lo que dejó serias dudas fueron las razones para la no aparición de Monstruo y Animal, dos tradicionales acompañantes en las salidas del Mariela’s y que sin explicación clara se ausentaron.

Conexos
Sin embargo, la más comentada de las ausencias fue la de Pala, nadie puede entender por qué cada vez que un reto temible se aproxima nuestro benemérito camarada sufre una seria recaída de salud y debe iniciar un largo tratamiento que le impide acompañarnos; fueron muchas las opiniones y vaticinios pero nada fue aclarado por la mordaz lengua de los integrantes más veteranos del lote, incluso algunos se atrevieron a decir que no le fue concedido el permiso por parte de quien manda en su casa… que insolencia!
Las carcajadas eran unánimes y progresábamos sostenidamente, por lo que el primer ascenso se inició y con él la transmisión del radio-parlante que es el Monito, mientras Profe comenzaba a perder algunos metros, Sancocho aumentaba el ritmo sin inmutar a los demás, quienes conocemos la rápida pérdida de paso del susodicho plato típico; Leña que milagrosamente fue autorizado a asistir a la peña (según se dijo Yuly estaba pagando una penitencia), junto con un impetuoso Cuneta se encargaron de poner el paso, permitiendo que la inmensa mayoría de compañeros coronara el alto de Minas agrupados.
Vista Hermosa
El descenso dejó ver las innegables dotes de Rastrojo, que rápidamente tomó ventaja arriesgando más que los mismos élites en carrera, por ello Magnelly, Ingeniero y Alan se miraban de reojo para identificar si alguno estaba dispuesto a perseguir al fugado para no permitirle ventajas que pudiesen ser definitivas, no llegaron a ningún acuerdo; los demás descendíamos con precaución pues aún el pavimento se encontraba húmedo y no teníamos ningún afán en llegar al primer punto de avituallamiento, acordado al atravesar el río Cauca en el municipio de La Pintada.
La entrada...
El desayuno fue opíparo, pues  no se contuvieron los deseos y como para variar los más avezados comensales fueron Profe y Urrao, quienes de haber compartido sus desayunos habrían salvado a una buena parte de los habitantes de calle de Medellín del ayuno al que se enfrentarían en ese momento, los demás con sencillos platos de pescado, huevo, fríjoles y arroz, satisficieron sus gustos.
Barriga llena, corazón contento solían decir los abuelos, y a propósito de Barriga, nuestro compañero, al decidir iniciar el trayecto ciclístico en La Pintada, salió en auto más tarde y se encontró con un enorme taco a la altura del municipio de Caldas, obligándolo a hacer la ruta por Bolombólo que al aumentar significativamente el kilometraje, le imposibilitó la puntualidad y fue una baja para esta parte del recorrido; los demás encabezados por Carlomagno y Zurriburri comenzaron a rodar en dirección contraria a las turbulentas aguas del río para alejarse paulatinamente de su terruño querido.
Colegaje
Nuevamente la camaradería y afabilidad acompañaron al grupo en el trayecto que les llevó a superar el alto de Pipintá y el eterno deslizamiento de Chirapotó, donde en el mismo sitio en que dos años atrás pinchara Sancocho, sufrió abolladura de su rueda delantera Cuneta, pero como poseído por elfo maligno, fue solo el primero de cuatro pinchazos en la misma rueda delantera, lo que demoró el avance, permitiendo que la categoría “V” se adelantara para continuar con su enconada disputa.
Que vuelva a pinchar!
En la cuarta de las detenciones por desperfecto mecánico, tuvimos la fortuna de quedar muy cerca de una pequeña tienda  en donde mientras los mecánicos trabajaban los demás reíamos con las ocurrencias de los otros, fue tan animado el instante que Monito incluso se atrevió a proponer que termináramos la etapa allí mismo, pero al estar en medio de la nada, el único que le secundó fue Vampirín, que comenzaba a mostrar temor ante lo que faltaba.
Solo en las fotos se pone al frente.
Después de desviar el camino en La Felisa y atravesar el túnel del mismo nombre, recorrimos tierras de Risaralda que con un aurífero verde nos recordaron el intenso verano que soporta esta rica región del país; y al pasar sobre el puente de Irra, dimos alcance a un pequeño grupo colega que se dirigía a Chinchiná y que hizo que en los últimos de los incontables repechos que llevan a Trespuertas,  el paso se apurara hasta el punto de desfigurar el lote, por lo que llegamos a la segunda detención en pequeños grupúsculos donde sobresalían los demacrados rostros de los ruteros.
El pájaro d'oro...

Chavela con su acostumbrado escándalo informaba que aunque ya llevábamos más de 180 kilómetros recorridos, faltaban los 18 más exigentes pues se trataba de ascender desde los cerca de 200 msnm en que nos encontrábamos a los 2160 en que se encuentra la ciudad de las puertas abiertas; el escándalo pareció achicopalar al Monito, pues decidió poner pie en tierra y acto seguido subirse en el carro acompañante de forma burda y traicionera, de nada sirvieron los reclamos, el pájaro aunque lo pinten de colores...
Que va a poder!!!
Todo un calvario para algunos resultó la dichosa tachuela, mientras con paso firme Cuneta, Urrao y el mismo Chepe atacaron la cima, el Médico se vio desvanecerse hasta hacerse un mero remedo de ciclista; aunque el ritmo fue pausado, poco a poco los kilómetros acumulados hicieron una selección natural del grupo que permitió reivindicar las condiciones no solo de los antes mencionados, sino también de Leña que llegó  a la plaza de toros donde muchos pasodobles se han disfrutado poco después que Vampirín quien aunque sin su legendario rival, se esforzó al máximo, el Míster fue felicitado por su inmensa ascensión que no le impidió perder tiempo con Chepe, el propio Chavela a pesar de su bicicleta poco apta y Fastástico con su particular estilo dieron también cuenta de la dura cuesta.
Listos para engullir
El primero en coronar la cima sin embargo fue el pájaro d’oro perenne, pero como cosa curiosa lo hizo montado en la cómoda camioneta del Ingeniero, pues al Monito solamente se le vio en la subida tomando cerveza en un estadero del camino; mientras el jolgorio frente a la plaza de toros corrió por cuenta de los Marielo’s, quienes poco a poco formaban un pequeño carnaval con la llegada de todos sus integrantes, pues a los anteriormente mencionados se sumaron un fenomenal Carlomagno con su eterno y quijotesco compañero Zurriburri, un rudo Michelín, una corajuda AnaMaría, un valiente Barriga, un constante Yerno, un grandioso Rastrojo, un enorme Profesor, un sorprendente Morales, y un sorpresivo Ingeniero.
Donde es la cena???
Ya completos y con la alegría del reto cumplido se unieron a los acompañantes quienes encabezados por Lukas el animado conductor del primer vehículo acompañante, se alegraban de terminar tan agotadora jornada, que con un sofocante calor nos había castigado durante cerca de 7 horas; ahora nos esperaba un merecido descanso en el hotel asignado; pero no sabíamos que el descanso se postergaría tanto, pues con las indicaciones de Carlomagno y la orientación de Urrao… nos perdimos; dando vueltas por el centro de Manizales el uniforme lote
Satisfechos?
Marielo’ pareció más un aviso publicitario de circo pobre que un verdadero club deportivo, los rostros pintados con el hollín de la carretera adherido al bloqueador solar y el abundante sudor hacían parecer a cada uno de nosotros un payaso mal maquillado; tal vez por eso cuando Carlomagno enredó su manilar con la cartera de una doña, esta chilló a viva voz mientras nuestro compañero hincaba sus codos en las piedras del camino, “me quería robar el bolso”, nadie se atrevió a desmentirla porque, caras vemos…

A descansar...
Por fin encontramos el hotel y de manera rauda nos acomodamos en los lugares asignados para la tregua y logramos retomar el aliento perdido en la agotadora jornada; el primer reto se había cumplido y de no ser por Monito todos podríamos haber celebrado orgullosos, pero como siempre el pájaro dañó la estadística.
La comida fue a más de 15 cuadras del hotel, por lo que una vez terminamos nuestra respectiva ración, todos comentamos lo deliciosa que había estado la cena; el famoso truco de mi mamá los domingos que tenía que cocinar se manifestó una vez más, el hambre le pone el mejor sabor a cualquier cosa.
Dejen el escándalo, hay gente durmiendo.
El descanso fue completo gracias a la comodidad del sitio; al levantarnos a la mañana siguiente las sensaciones eran las mejores y la camaradería volvió a aflorar hasta el punto que durante el desayuno algunos huéspedes no ciclistas solicitaron que se bajara la voz pues siendo apenas las 6:30 de la mañana, aún querían dormir antes de comenzar la conmemoración de la última cena que en una ciudad tan clerical como en la que nos encontrábamos, es sagrada.
Una vez terminamos las viandas y cuando nos disponíamos a tomar de nuevo las bicicletas para atacar el mítico páramo de Letras, Carlomagno convocó a una rueda de prensa en la que propuso la exclusión de Pala del grupo, con el argumento de ser una verdadera vergüenza para todos, en sus palabras por “mamón”, sin pensarlo dos veces la algarabía confirmó que había unanimidad en el apoyo a dicha moción, solamente falta designar al mensajero que lleve la jurisprudencia al implicado.
Vamos pa'rriba
Una corta sesión de fotos frente al hotel, dio inicio a la segunda jornada, en pleno jueves santo nos dirigimos a la vertiente oeste del alto de Letras, que con sus 30 kilómetros no deja de ser un desafío enorme para todos los pedalistas; con esa idea en la mente bajábamos a la glorieta que da inicio a la ascensión cuando nuevamente Cuneta pinchó su rueda delantera por lo que se propuso que tomara la de Monito, pues al haberse retirado este no contaba para la clasificación, pero el susodicho se negó rotundamente a entregar su rueda y con pataleta incluida se defendió como gato patas arriba.
Monito descarado, si ya no clasificas...
El inicio de la subida fue pausado pero constante, se escucharon algunas palabras disonantes que amenazaban con fortuitos ataques la homogeneidad del lote, pero nadie hubiese predicho lo que ocurrió en los primeros metros de la subida; como flecha de indio salió desde atrás Chepe para intentar distanciar nuevamente a sus émulos, pero de la misma forma salió a su marcación el propio Míster quien fue seguido inmediatamente por Rastrojo, haciendo recordar los mejores duelos en las grandes carreras ciclísticas europeas.
Pero la cuesta es larga y el ojo es más grande que el estómago, rápidamente fueron absorbidos nuevamente por el pelotón, que con paso pausado ganó metros a la cuesta mientras Morales lanzó un certero ataque que no fue respondido por lo que se alejó raudo a la conquista del coloso, mientras los demás seguíamos el ritmo de Zurriburri, Leña y Carlomagno, aunque algunos empezaron a mostrar muestras de agotamiento y cedieron terreno desde muy temprano, entre ellos se encontraba Ingeniero, AnaMaría, Rastrojo, Sancocho, Profe y Barriga.
Comenzó la leña
Intempestivamente Chavela y Fastástico decidieron lanzarse en procura de Morales, llevando a responder al iluso Monito que se fue a rueda de Urrao y Cuneta, con lo que incitó a Médico a acelerar, produciendo la inmediata respuesta de Vampirín que se llevó a rueda a Leña, haciendo trizas la armonía que había reinado hasta ese momento en el lote.
Las primeras gotas eran tenues y aunque el cielo se mostraba encapotado, nada parecía ser obstáculo para que conquistáramos la anhelada cima; pero súbitamente Carlomagno hizo una U e inició el descenso sin haber culminado la subida, por lo que animó a Sancocho que se sumó al grupo que junto a Rastrojo, Barriga, Ingeniero y AnaMaría hizo el trayecto hasta Santa Rosa de Cabal con seria ventaja sobre los demás.
Todavía no llovía...
Aunque se le arañaban metros a la montaña, el frío comenzó a sentirse en las manos y pronto hizo metástasis a la nariz, las orejas, las mejillas y finalmente los pies para extenderse a todo el cuerpo; las piernas pesaban y los pensamientos migraban entre la ahora negra carretera y nuestro lecho en la lejana Medellín, donde nuestras familias sin duda hacían fuerza para que culmináramos con éxito la hazaña.
Tal vez por eso, el aliento de Margarita pareció alivianar el peso de Urrao que con paso consistente superó rápidamente a los tres fugados y se orientó hacia la cima, acompañado por un foráneo compañero y seguido de cerca por Cuneta que en los últimos instantes flaqueó para ceder la corona al primero; desde atrás y después de alcanzar a Monito para intentar un tándem, el Médico pareció resucitar tres días antes que Chucho, pues también superó a Fastástico, Chavela y Morales para asirse al tercer escalón del podio, recuperando un poco de la vergüenza perdida el día anterior; Leña mantuvo su formidable rendimiento, pero también en la última parte del trayecto, cuando el viento golpeaba nuestros cuerpos con inusitada fuerza  dejó escapar a su compañero de ruta Vampirín, para cederle el privilegio de superarlo; poco a poco los demás héroes fueron sometiendo la cordillera y llegaron al aciago restaurante que sirvió de zona de avituallamiento; allí a 2°C según versión de los lugareños, se sumaron Profe, Míster, Chepe, el propio Monito que tan pronto se bajó de la bicicleta volvió a abandonar la carretera ocupando el asiento que ya tiene escriturado en el carro acompañante.
Nos estábamos congelando!
¡Llegó mi papi! fue el grito que se escuchó en el recinto de boca de María Isabel, por lo que en medio de la tontina generada por el cansancio y el déficit de oxígeno por la altura, nos preguntamos si Carlomagno se había arrepentido del regreso, pero pocos segundos después apareció temblando y sonriente Yerno.
También doblegaron la montaña los hemanos Slack, aunque sin arrimar al mismo sitio se nos informó que Barriga había culminado el trayecto y Michelín sonriente se tomó una agüepanela y se aperó con plásticos, papel periódico y todos los recursos presentes junto a todos nosotros, con el fin de iniciar el descenso que se suponía riesgoso y riguroso ante el frío y la humedad.
Y quien toma una foto?
Sin embargo, nadie podría haber sospechado lo que nos esperaba, la lluvia persistía y los primeros pedalazos se sintieron como cuchillos entrando en los músculos, impidiendo la detención en el famoso letrero que tiene el nombre del páramo para la respectiva foto; pero ni siquiera eso fue tan tenebroso como el intenso dolor que comenzamos a sentir en las manos (algunos también en los pies, pero afortunadamente para otros ya no los sentíamos); además del pánico generado cuando todos sin excepción perdimos el control de nuestra eterna compañera obligándonos a detener la marcha en la orilla  para intentar con fricción entre las manos y el cuerpo dejar de sacudirnos como gelatinas y forzar a nuestras manos a responder a las órdenes dadas por el cerebro.
Por fin...
Cada metro ganado fue un logro mayúsculo, y la victoria completa fue la reagrupación en la misma glorieta a las afueras de Manizales donde sin contratiempos mayores nos despojamos de los desechos que sirvieron de abrigo a nuestros apabullados cuerpos; luego a continuar el recorrido propuesto hacia Santa Rosa de Cabal, donde un baño en las cálidas aguas termales borraría la pesadilla sufrida con el frío. Un baño que debía incluir los pies, era jueves santo.
El informado en la ruta ya no estaba con nosotros y el jefe de rutas, es decir el Profe no parecía conocer el camino a seguir, por lo que alentados por el ciclista invitado que nos acompañó desde el inicio de la etapa nos dirigimos a la vía que conduce a Medellín, sin saber que realmente el recorrido debía hacerse por la llamada ruta vieja que era mucho más corta, pero como lo peor de la ignorancia es que a medida que se prolonga, adquiere confianza, bajamos hasta Trespuertas para continuar hacia Chinchiná y posteriormente al destino elegido; en esta parte un nuevo pinchazo pero esta vez de Morales brindó una divertida escena en la que Monito (como siempre en el carro) descendió del vehículo rápidamente, cambió la llanta del varado y lo impulsó corriendo para continuar la marcha, y como si fuera poco, más adelante se detuvo con caramañola y rueda en mano ofreciendo sus servicios al lote desde la orilla, que desfachatez.
Ese es su lugar
 El ingreso al municipio de Santa Rosa de Cabal fue organizado y quienes no conocíamos nos sorprendimos del importante tamaño del mismo, pero en ese momento al tener que desplazarnos por más de 10 cuadras para llegar al hotel, no nos alegramos del crecimiento de nuestros centros urbanos; sin embargo, llegamos… por fin pudimos dejarnos caer en los asientos de lo que sería el lobby del sitio mientras disponíamos de las habitaciones; tan rápido como pudimos nos aseamos y organizamos para salir a buscar alimento, el hambre nos agobiaba.
Vayamos a comer
Ante la estampida generada por el hambre, el grupo se disgregó sin que pudiera aclararse la situación de la mayoría, se sabe eso sí, que los siete potajes son un chiste al lado de la enorme cantidad de alimentos que consumieron los Marielito’s, además se conoció que algunos aprovecharon para descansar, otros para ingerir etanol en el parque y solamente un puñado encabezado por Barriga y los acompañantes Isa y Moncho disfrutaron de las medicinales aguas de los termales de estas tierras.
Poco después de las 22:00 se pudo ver un verdadero desfile de colegas que llegaban a la habitación 14, recogían un pequeño paquete y desaparecían presurosos; aunque no se tienen evidencias adicionales se rumoró al identificar que uno de los ocupantes de dicho cuarto era el Médico, que lo que repartía era la fórmula que le permitió pódium después de la desastrosa actuación en la primera etapa.
La segunda jornada había finalizado exitosamente y la mitad de la película dejaba prever una  
segunda parte llena de emoción, aventura y tezón, la cama fue entonces la compañera donde depositamos todo el cansancio acumulado y los anhelos de un desenlace feliz, ahora al cerrar los ojos sentíamos orgullo por lo realizado hasta el momento; mientras Lukas olvidaba apagar las luces de la camioneta posibilitando que la batería dejara toda su energía en ellas, no habría forma de encender el motor al día siguiente.
Comenzaba la tercera jornada.

3 comentarios:

  1. MEDICO EL ORDEN DE LLEGADA A MANIZALES FUE ASI 1ro. URRAO. 2do CUNETA 3ro MARIN CON FANTASTICO 5to LEÑA.

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  2. el mono se bajo muy rápido de la bicicleta!

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