Empezando, una sonrisa. |
Habían pactado una ruta larga, por lo que se pusieron cita
temprano en el lugar habitual; se pretendía continuar con la preparación para
los próximos retos grupales, a saber, la ‘ruta gran fondo’ que se realizaría
por primera vez en territorio nacional y el ‘ciclopaseo’ de semana santa, que
sería similar al realizado dos años atrás.
La ansiedad y preocupación marcaban el rostro de los
avezados ruteros que emprendían la marcha con rumbo a Cocorná, municipio del
oriente del departamento otrora epicentro de crueles actos de barbarie
cometidos por los violentos que desde los dos flancos acosaron esta rica tierra
y con la complicidad de los entes públicos redistribuyeron la población y las
riquezas.
La tensión por demostrarse merecedores del patrocinio para
las mencionadas pruebas, hizo que algunos
sudaran antes siquiera de comenzar a
pedalear, y al notarlo, el Monito supo observar: “Asustados por un paseo?, … que
van a saber!”
Nadie pudo responder al eufemismo del plumífero mayor, que
además de ser el representante máximo de las
aves en el lote, tiene también el
premio al “radio d’oro” por la parlanchinería que lo acompaña en cada salida;
pero algunos entendieron perfectamente sus palabras y efectivamente, no
supieron.
El esfuerzo se intensificó al comenzar la primera cuesta que
debían sortear, e inmediatamente aparecieron como gallos finos los implicados
en el desafío de marzo, sentían la irrefrenable obligación de estar en los
primeros lugares, pues una semana atrás, habían visto como los mismos que ellos
descalificaron por sus malas condiciones, habían terminado primero en una etapa
de media montaña.
Sin embargo la voz del líder del equipo, supo contener los
innegables bríos de la mayoría e indicó con naturalidad: “vamos a subir
controlados!”
Entonces el ritmo fue pausado, por lo que el gesto en los
rostros de los más tensionados, adquirió una nueva expresión, esta vez más
relajada; las risas denotaron el ánimo
usual del grupo, y aprovechando el Animal comentó entonces: “-el artículo del
blog es lo más visitado del mismo.” a lo que uno de sus editores respondió:
“-ojalá que lo lean los Marielo’s.” y el pensamiento de algunos no pudo ser
otro: “-quien va a leer ese pasquín?”; mientras los demás guardaron silencio.
Las distancias sobre la bici pasan rápido, así que al poco
tiempo ya habían superado la mitad de los más de 16 km. que tenía esta primera
cota, y el lote permanecía unido, es más, había aumentado en número y se veía
con más de 30 integrantes, a pesar de que los del grupo de ciclismo Mariela’
eran únicamente 17 ruteros, había un buen número de foráneos.
Grupo compacto, tras la hormiga. |
“-juepuerca mano –dijo la Hormiga-, era mejor una almojábana
en Doña Aida.”
“-pues podemos ir cuando lleguemos! –respondió un coro
unánime.”
“-mucho ser dura esta joda! – concluyó el primero.”
Ya habían ‘coronado’ el primer alto, y la ruta continuaba
con un extenso paso por el altiplano del oriente antioqueño, tierra próspera
que cada vez se ‘industrializa’ más con el auge de los tratados de libre
comercio, por lo que algunos añoraron años anteriores, cuando el paisaje
abrumaba por el oscuro verde que se pintaba con coloridas casas campesinas
dando un aspecto apacible a tan bella tierra; hoy en cambio abundan las grandes
bodegas con enormes parqueaderos atestados de vehículos último modelo… el
progreso.
Poco después, saludaron con alegría y admiración a Michelín,
quien ‘sacrificó’ la salida con el combo por
El pinchazo del Yerno. |
Cuneta por deberes laborales y Sancocho por mal estado
físico, se desviaron hacia el aeropuerto de Rionegro, para recortar el
recorrido en más de 60 Km.
-Pinchazo!!! –el freno se activó veloz.
“-Donde es el desayuno? –preguntó el Profe.”
“-Ya tiene hambre? –replicó Oscarice, -así no va a bajar
nada de peso.”
“-pero si bajó peso… en el grupo!”
La detención fue aprovechada por algunos para consumir algún
mecato que transportaban en los bolsillos, mientras los demás continuaban con
el diálogo desprevenido.
“-Hasta donde va a ir? –le interrogó Juandiego a quien pensó
más flojo.”
“-Hasta Cocorná!,
–respondió el interpelado-. Como todos.”
“-Vamos adelantándonos, para subir despacio. –propuso
Juandiego.”
Partieron entonces con la ventaja que significaba la
desvarada de Yerno, quien era el pinchado en inmediaciones de Santuario.
Una vez se hubo superado el incidente de la llanta, se
reinició la marcha, pero muy poco después, el último que se montó en la flaca
también sufrió una avería en su rueda trasera, pero al darse cuenta que era el
último en la fila, solamente le advirtió a quien lo precedía:
Que pasaría con el Monito? |
“-sigan, yo llego hasta aquí…”
“-seguro? –interrogó Paila.”
“-sí, sí, sí. –avíseles.”
El paisaje campesino había reemplazado por completo el
pesado ambiente citadino, y las pequeñas parcelas junto a las hermosas casas
rupestres daban un aspecto magnífico a la etapa, llenando de paz y tranquilidad
el pecho de los rodadores, y con esta alegría ascendieron la pequeña cota que
los encumbró en Alto Bonito, donde los esperaban degustando una deliciosa ‘aguadepanela’
los veteranos que habían partido con anticipación y que llegarían únicamente
hasta este punto.
“-Como estang amigous? –saludó efusivo Alan.”
Rastrojo, Morita y Ana, hicieron lo propio y a continuación
se despidieron velozmente del lote para permitir que este comenzara el descenso
de 11 kilómetros, que además de llevarlos a Cocorná, tendrían que recorrer en
sentido contrario en poco tiempo.
Poco antes de llegar al punto de retorno, vieron con
admiración que el otro veterano había bajado hasta Cocorná y una vez iniciada
la subida, los cruzaba en el recorrido; muchos pensaron en la constancia y gran
decisión del compañero de mil batallas que se niega a reducir sus recorridos, a
pesar de los ya más de 70 abriles que lo acompañan; incluso recordaron que con
justa razón ha sido reconocido como el “güevas d’oro” varios años en la entrega
de premios Mariela’s d’oro, evento que cierra la temporada anual del grupo.
Muchos pensaban que ‘la batalla’ ya no sería más que un
temor infundado, el lote había rodado unido hasta
Un poco cansados, pero solo un poco! |
Algunos se relajaron tanto, que comenzaron el ascenso con
retraso significativo, lo que impediría que más adelante lograran conexión con
el lote puntero, Leña fue el último en arrancar, convencido que sus condiciones
de escalador nato (53Kg) le permitirían reducir la distancia fácilmente;
también Caleño se retrasó y pagaría las consecuencias.
“-Se está quedando Zurriburri. –dijo pausadamente Pala.”
“-sigan, -respondió Carlomagno. –sigan que yo lo acompaño.”
Pareció que entendieron que había vía libre para comenzar el
zafarrancho, pues momentos antes de esta declaración habían sido superados por
una pareja de ciclistas desconocidos, quienes miraron de reojo sin saludar, y
después de escuchar las palabras de Carlomagno, se inició una feroz persecución
de la dupla anónima; así, encabezados por Paila y Oscarice, la velocidad en la
subida superó los 25 km/h.
Pronto alcanzaron a los dos fugados, siguiendo de largo con
un ritmo parejo, pero los foráneos se asían al lote con dientes y uñas; aunque
poco después el primero cedió y se vio haciendo zigzag en el resto del
trayecto. Atrás, además del Zurriburri en compañía siempre de Carlomagno, se encontraba
Yerno y Profe quienes fueron los primeros Marielo’s en perder la rueda del
raudo grupo.
Sin embargo, no serían los únicos, poco a poco la mazorca se
desgrana y para verificar dicho asunto, Cranky comenzó a perder metros poco
antes de que lo hiciera Vampirín, posteriormente la Hormiga quien precedió al
Animal en quedarse y finalizando ante el potente ritmo de Paila, el propio Pala
cedió segundos, por lo que únicamente Oscarice y el Nene sostuvieron el
portentoso paso del mencionado. El último en mención fue un invitado especial
de Oscarice, a quien damos la bienvenida y esperamos se convierta en un asiduo
participante de la sagrada salida dominical del MCLRT.
Yo voy a comandar la legión! con la tusta! |
El racimo finalmente se completó en el sitio designado para
el avituallamiento, donde vencedores y vencidos disfrutaron y compartieron un
suculento refrigerio que les permitió recuperar fuerzas, pero más importante
compartieron una hermandad que ha permitido que durante los últimos años se
refuerce al mejor grupo deportivo recreativo de Antioquia.
Como los kilómetros finales aunque extensos (70), fueron a
ritmo parejo sin nuevos percances y sin más ‘ataques’; lo único que nos queda
por referir, es un enorme agradecimiento a todos los participantes en tan
destacado sustento para el alma, sin olvidar otro gigantesco reconocimiento a
la familia de cada uno de estos héroes que soportan ausencias tan prolongadas;
los adalides mentados se verán nuevamente las caras el próximo fin de semana,
para seguir disfrutando del mejor hobby del mundo.
Mil y mil gracias!
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