El conteo regresivo continúa y los valerosos ruteros
prosiguen con la preparación para los eventos de marzo y abril, que serán los
más importantes para el equipo en el primer semestre del año; por esa razón,
muy temprano se dieron cita en inmediaciones del palacio de exposiciones para
iniciar una nueva jornada de pedal.
En esta oportunidad, la ruta elegida fue por el norte del
departamento, hasta el municipio lechero de Santa Rosa de Osos, famoso entre
muchas cosas por ser la cuna de Pedro Justo Berrío, y del grandioso poeta que
con su pluma nos brindó el sentimiento que embargó al lote en este amanecer dominical: “Hay días en que
somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar... Mas hay también ¡oh Tierra! un día... un día...
un día… un día, en que levamos anclas
para jamás volver; un día en que discurren vientos ineluctables... ¡Un día en que ya nadie nos puede detener!”
(editado)
Como de costumbre el ambiente
festivo invadía cada rincón del inmenso paquete ciclístico, que para no
desentonar se engrosó significativamente con una multitud de foráneos que
disfrutaban la oportunidad de rodar con el uniforme lote Marielo’, incluso
algunos pensaron que les estaban alardeando al enterarse del destino de la
etapa en curso.
Siempre comandados por Carlomagno
y Juandiego (reapareció), y con la enorme alegría de rodar junto a Gaviota que
acompañó a la caravana en este trayecto, el grupo siguió haciendo cábalas y
preparativos para la prueba del gran fondo, y no faltaron los retos y desafíos
amistosos entre los llamados doce apóstoles, elegidos para la representación
del MCLRT en dicho evento.
También estaban presentes Michelín
y Barriga quien decidió ventilar mejor su glúteo derecho haciéndole un boquete
a la licra en esa parte; además estaba el famoso Gury-Gury y su esposa Catalina
que demostró sus fastuosas condiciones para este deporte tan exigente y rodó
con el grupo hasta la cima de la primera cota del día, el puerto de Matasanos,
superando en el trascurso a Rastrojo, Ana María y Alan que sufrían más de la
cuenta.
Claro que el ascenso se hizo a
ritmo sostenido, y los 13 kilómetros fueron un verdadero gozo, por lo que al
llegar al alto los únicos que habían perdido la rueda eran Magnelly, Sancocho y
Barriga, quienes decidieron regresarse desde este punto pues su preparación
apenas está comenzando y para lograr mejores resultados deben ir poco a poco; a
ellos se unieron Juandiego por idéntica razón, Cuneta que tenía obligaciones
profesionales, Alan que se encuentra en media forma, Gaviota por obvias razones
y Yerno que argumentó encontrarse con dolencia de salud.
Los demás continuamos el camino
que nos llevó a traspasar el municipio del “más arriba de la altura”, en donde
se confeccionan grandes cantidades de
prendas famosas por su calidad; y una vez superado el casco urbano, al
pasar el puente del Riogrande, nuevamente la carretera ‘picó’ hacia arriba por
lo que los infaltables comentarios del Monito se volvieron cada vez más
apagados hasta convertirse en un tenue susurro, mientras con gran vigor
Zurriburri y Hormiga ponían paso durante los más de 10 Km. que tiene el alto
cercano a la vereda Hoyorico, ya en el municipio destino.