Con un clima fenomenal, el grupo de ciclismo Mariela’ continuó realizando sus recorridos semanales;
después de un periodo de reflexión y compendio, este domingo radiante vio al
grupo ascender por la vía Las Palmas en dirección al oriente antioqueño.
Con la emoción de siempre se vieron rodar amalgamadamente a
los pocos sobrevivientes de la explosión ocasionada por el desorden de la
semana santa; por lo mismo, el ascenso fue conjunto y los únicos que osaron
adelantarse, lo hicieron por escasos instantes y únicamente para tomar unos
recuerdos con sus cámaras fotográficas.
A pesar de lo reducido del lote, desde que se coronó la cima
mencionada, se escucharon expresiones que
pretendían cambiar la ruta programada
desde el día anterior, el primer remiso fue Carlomagno, quien se regresó del
propio alto argumentando un compromiso ineludible que le requería temprano; los
demás, continuaron el recorrido hacia el municipio de La Ceja, pero como
algunos decidieron realizar una operación tortuga, los primeros en realizar el
descenso no los volvieron a ver hasta el propio pueblo.
Por lo anterior, fueron llegando en pequeños grupos, hasta
el lugar donde los primeros se detuvieron a esperar, en la entrada del
municipio; en este punto, nuevamente se debatió sobre el lugar apropiado para
reponer calorías por medio de la alimentación, y al fin el jefe de ruta
determinó que sería en el propio parque central, sin embargo, Conrado pareció
no estar de acuerdo con la decisión y no respetando la misma, continuó el
recorrido solo, diciendo que subiría hasta La Unión.
Los demás no se dejaron intimidar, por lo que alegremente
degustaron las viandas que les saciaron el hambre, y continuaron el recorrido;
pero una vez más la inconformidad y la falta de compromiso con el grupo
llevaron a “desaparecer” a otro rutero, quien al parecer decidió devolverse por
la misma ruta por la que habían transitado, pues no fue visto más en este
caluroso día de verano, se trató de Morales.
El recorrido que los llevó a Rionegro pasando por San
Antonio de Pereira, fue hecho a un ritmo sostenido, sin permitir la
disgregación del lote, pero al llegar a este último corregimiento, Marín se
despidió pues decidió como los dos anteriores, irrespetar la decisión colectiva
y emprendió el regreso en solitario.
Más adelante fueron superados por Peludo y Nando, quienes
pasaron raudos, pero en vista de que acababa
de ocurrir un pinchazo de Morita,
el grupo estaba disgregado y los primeros decidieron continuar con estos,
dejando atrás a la gran mayoría del lote, que sin embargo, arribaron felices al
alto de La Sierra, donde se produjo el reagrupamiento definitivo; en adelante
solo se rodó relajadamente para llegar cada uno a su casa con la satisfacción
de una nueva salida en compañía de los amigos, y dispuestos a madrugar nuevamente
al día siguiente.
Un festivo más, que fue aprovechado por una docena de
gomosos para rodar nuevamente sobre sus más preciados juguetes, reuniéndose muy
temprano en Marión, con destino al suroeste antioqueño; el ambiente festivo y
un clima maravilloso acompañaron la pequeña caravana que surcó la antigua
carretera a Caldas y de allí coronaron el alto de Minitas.
En la bajada hasta su destino del día, se presentó la avería mecánica de la
flaca del Profe, por lo que a pesar de los ingentes esfuerzos realizados a
dicha máquina tanto por su dueño, como por Carlomagno que es un experto, no fue
posible solventar el daño y el gigante de la bici (por lo gordo…) se vio
obligado a regresarse sin completar el recorrido pactado.
Como es ya tradicional, los integrantes de la categoría
“oldies”, llegó únicamente hasta La Albania, donde acompañados por Bedoya (que
al parecer se considera de esa categoría), degustaron unas nutricionales
viandas mientras esperaron al resto del pelotón.
Los demás, hicieron un giro en “U” frente a La Siria y
realizaron el ascenso de los cerca de 10 Km, en grupo compacto, que solamente
permitió el retraso leve de Monito, llegando a La Albania a reunirse con los
demás, con el entusiasmo intacto, por lo que ingirieron raudos sus alimentos, y
se pusieron en marcha inmediatamente.
El largo trayecto en ascenso fue comandado por Juandiego y
Vampirín, por lo que se recordó con júbilo los
años anteriores, donde el grupo
rodaba a ritmo parejo y en las subidas era casi siempre comandado por Juandiego,
quien conserva aún hoy un ritmo homogéneo con el que el lote en un solo
conjunto, pudo no solamente coronar la larga ascensión, sino departir
gustosamente los comentarios ciclísticos que dan un toque todavía más ameno a
las salidas.
Al coronar la cima, se reunieron nuevamente con los
“oldies”, y regresaron gustosos a casa, con la satisfacción de un esfuerzo
mancomunado, y de un recorrido grato que recargó las baterías con esa energía
intangible que solamente la flaca permite cada semana; por eso, muchas gracias
a todos los asistentes, y un deseo de que pronto se unan otros, que con la
misma filosofía generen fusión y no fraccionamiento en el mejor grupo
ciclístico recreativo del país.
Comparto con uds el gusto por el ciclismo recreativo. Pertenezco a uno de ellos en la ciudad de Cucuta, "Equipo de ciclismo recreativo Los Gansos" Leyendo su vitacora se asemeja mucho a nuestras experiencias en las salidas de fin de semana. Felicitaciones y esperamos algun dia rodar en algun lugar del pais conjuntamente. Alfonso Sanabria
ResponderEliminar