CRÓNICA LUNES FESTIVO, BARBOSA.
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| Marielo's en el clásico; solamente falta Masajes. |
Pequeño fue el lote que se dio cita en el palacio para tomar
la salida hacia Barbosa por la nueva hermosa doble calzada.
A las siete de la mañana fue la partida donde como cosa rara
el Medico llega tarde y le toca perseguir el blanco lote marielo, una salida
con un suave ritmo y charlas frescas que nos ayudan a disipar el estrés de
nuestra rutina diaria de toda una semana, que es el objetivo de una salida
masiva en grupo los fines de semana, en Niquia se une al lote el infaltable Animal que con este último se cierran las inscripciones para esta cita festiva.
Sin ataques, sin fugas si nada de esas cosas nuestro lote se
mantiene en una excelente hegemonía, y así fuimos avanzando hasta coger la
hermosa doble calzada de 9 kilómetros, que tienes sus desniveles, y algunos
aprovechamos para disfrutar este nuevo
paisaje, aunque el Médico se le notaba la inconformidad por el paso que no
superaba los 30 km /h, pero no tuvo otra opción más que resignarse (si no
aprovecho el clásico para la candela, perdió el año mijo), ya en la curva para
bajar a Barbosa algunos apretaron el paso, imagino que entre estos iba el Médico
por los de atrás no nos dimos cuanta quienes fueron estos pajarracos que solo
se vuelan cuando el grupo esta de relajo. El resto del grupo, Carlomagno, Monstruo, Morita, Bedoya, Vampirin, Sancocho, Leña, Gustavo (Cranky), Oscaraice, Urrao, Profe, si no miento a alguien es por mala
memoria, llegamos juntos al mekatiadero del ciclista.
En la carretera que une Armenia e Ibagué, capitales de los departamentos del Quindío y Tolima respectivamente, se encuentra el paso de montaña por excelencia de Colombia: el Alto de La Línea.
La mañana es perfecta. Luce el sol pero el calor nos respeta. Además una ligera brisa corre valle arriba y parece que nos va a acompañar en nuestro objetivo de hoy: el Alto de La Línea. Cuando hablamos de La Línea nos estamos refiriendo al paso de montaña pavimentado mas duro de Colombia. El Alto mítico por excelencia de la Vuelta a Colombia, con permiso del Páramo de Letras.
pilas nuevas a la grabadora, meter 7 Kg. de presión a las ruedas, calibrar el altímetro, llenar las caramañolas con el aguapanela, comprobar que el ciclómetro funciona bien, el banano que no falte en el maillot, las baterías de la cámara en verde...) un ligero escalofrió nos corre por la espalda.
