Uff, que etapa !

Un nutrido grupo inició esta extenuante jornada, que inicialmente, se vio opaca, pero que poco a poco dejo apreciar el astro rey en toda su intensidad. La plática y camaradería fueron las constantes al inicio de esta etapa, mientras a paso regulado, se atravesaban los municipios de Envigado, Sabaneta, La Estrella y Caldas, en compañía de quienes no pretendían terminar tan largo recorrido, como El Ingeniero, quien fue el primero en claudicar a la altura de Caldas. Sobresalían a esta altura, los cobertores para las zapatillas de El Animal, que al parecer había importado desde la china, y que provocaron no más de una risa en el grupo. El ascenso a Minas, fue para algunos muy relajado, pero para otros un suplicio, pues aunque por este lado la subida tiene solamente 9.6 Km, presenta dificultades de hasta el 15% de desnivel, lo que lo hacen un buen escollo a superar.  Sin embargo, el grueso del grupo, llegó junto a la cima, pudiendo descender rápidamente a Versalles, donde bajo los primeros rayos de sol, se realizó la parada técnica de reaprovisionamiento nutricional. 

En este punto, retornaron Javierín, Juandiego, Morita, y Rastrojo.  El descenso, como siempre se hizo con todas las precauciones, encontrando un pequeño derrumbe en la quiebra, que fue superado sin complicaciones, permitiendo apreciar el hermoso paisaje, que cada vez se volvía más caliente y seco. El Profe, inició el descenso pero, se devolvió unos kilómetros antes del estadero Vista Hermosa.

 El grupo llegó al sitio programado como destino, y se aprovechó para llenar las caramañolas y departir alegremente, hasta ese momento, todos se encontraban concentrados en el regreso, pues el ascenso de casi 30 Km era un verdadero reto. Allí, se unió Juan Fernando, quien fue invitado por El Médico, para que diera leña, ya que él no podía, por su lamentable estado físico.

Una vez iniciado este duro tramo, que nos llevaría desde los 500 m. de altura, a los 2650 m. en el alto de Minas, Peludo montó un paso, que lo separó del grupo casi inmediatamente; como era de esperarse y en vista de no estar el Monito, Pantani quizo impedir que el primero se fugara y dinamitó el pelotón en plena quiebra, llevandose muy de cerca a Gaviota y a Juan Fernando (invitado), mientras poco a poco se organizaban los demás ciclistas de acuerdo a su condición en el ascenso. El Animal, trató de seguir el paso de  los ya mencionados, logrando sostenerse durante gran parte del trayecto, a poca distancia de ellos, pero el esfuerzo le "paso factura", permitiendo que Villegas lo sobrepasara antes del alto. Se esperaba una mejor actuación del Animal, ya que se mencionó que debía tener aún el cerebro lleno de Cannabis (doping), después de su viaje a la capital, a ver el concierto de Scorpions.  

Mientras el último en la etapa (Médico) sufría sobre la flaca, el invitado con potente paso, tomó el segundo lugar, sosteniendolo hasta Minas.

El Capo, sobresalió al arribar a poca distancia de El Animal, que a su vez llegó cerca de Pantani, Gaviota y Villegas, quienes lo predecedieron; Monstruo llegó pisandole los talones a El Capo, y se le vio con semblante sosegado; Juangui arribó solo un poco atrás del Zurriburri, y un poco delante de El Profe, que fue alcanzado en el durísimo ascenso, que ha definido más de una vuelta a Colombia. Pala y Leña fueron los siguientes en llegar, y se comentó que el segundo, subió relajado a pesar de encontrarse en mejor condición, pues no tenía ningún afán, como tampoco ilusión de llegar a casa, debido a que Yuli, no estaba esperándolo.

En el alto, hubo tiempo para comentar con lujo de detalles, las sensaciones y los devenires del ascenso, también se habló de quienes tuvieron miedo de enfrentar la etapa, como Monito, Cuneta, Paila, Araque, Tabáres entre otros. En fín, hubo tiempo hasta para aburrirse, pero El Médico, no aparecía, se llegó a pensar en una tragedia, por lo que fue llamado por El Profe, e interrogado por este: "En donde está tirado?"; para sorpresa de todos, la respuesta fue: "me faltan 300 metros", y efectivamente, llegó, por lo que por fin se pudo continuar  la marcha, antes de que lloviera, pues ya amenazaba el agua.

De ahí en adelante, el recorrido fue muy similar a la parte inicial, departiendo alegremente, y con la satisfacción de ir retornando poco a poco, a los largos recorridos que caracterizan los 'chequeos' dominicales del grupo, y que se habían visto truncados por el invierno.

Se habló también de la importante colaboración suministrada por el acompañante motorizado, y se estudiará la posibilidad de acompañamiento permanente por parte de este. 

El próximo domingo, se espera una nueva "faena", que nos permita como ayer, llegar a casa recargados, para afrontar la siguiente semana.