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viernes, 11 de octubre de 2013

La violencia... está en los genes?

Leyendo la entrevista que concedió el doctor Rodolfo Llinás al periódico El Espectador publicada el 19/09/2013, en donde el periodista intenta obtener una explicación relacionada con los sistemas biológicos que aclare la violencia que ha padecido nuestro país por tanto tiempo, me interrogo frente a las posibilidades que tenemos de zanjar nuestras diferencias de la mejor manera; uno de los comentarios hechos por nuestro eminente científico comienza con su explicación: “Los sistemas emocionales son básicos para decidir qué hacer. Si un tigre tiene hambre es peligroso porque tiene que buscar comida. Esos estados emocionales son el centro de la activación del sistema nervioso”.
Claro, lo que regularmente llamamos instintos no es otra cosa que una respuesta adaptativa que se dio en el transcurso de la evolución y que nos permitió sobrevivir, pero Llinás agrega que ocurrió otro experimento exitoso en la evolución: el sistema nervioso en algunos organismos, entre ellos nosotros, adquirió una propiedad casi mágica: sentir el dolor ajeno, dice: “Tenemos la capacidad de entender nuestro dolor y el dolor ajeno. Algo muy importante, porque es la base de la sociedad. Nos queremos o no dependiendo de imaginarnos el dolor y el placer ajeno”.
Es evidente que podemos ser solidarios, podemos sentir lástima
, incluso podemos sentir indignación frente a los agravios que se producen a nuestros semejantes, eso por lo menos es lo que todos los actores del conflicto armado colombiano han esgrimido a lo largo de los años para empuñar las armas;  con respecto a ello, el neurofisiólogo colombiano afirma en la mencionada entrevista: “La violencia humana siempre ha sido un sistema de defensa-ataque de un grupo contra otro. Ocurre cuando hay discrepancia entre esos grupos sociales”, para terminar su explicación se autopregunta: “¿Que cómo se cura? En el caso humano es fácil de corregir, se corrige con una cosa que se llama educación”.
Me pregunto yo, si el doctor Llinás tuvo que pasar por el sinnúmero de universidades que pasó para aprender a comportarse en sociedad, y llego a la conclusión de que no.  Como egresado de una de las universidades más prestigiosas de nuestro país, y por múltiples referencias de egresados de otras tantas, considero que es indudable que no se enseña “educación” en las facultades, es algo que se aprende desde niños tanto en la casa como en la calle.
Si aprendemos que quien tiene un arma es más fuerte y por ende más poderoso, que el que grita más fuerte es quien tiene la razón, que el que tiene la moto más ruidosa es quien se queda con la novia más bonita…  hemos aprendido a pisotear los valores (y a los otros) e iremos de ahí en adelante en contra de la “educación” que requerimos para compartir este pedazo de tierra que por suerte nos tocó a todos.
Pero como nuestra sociedad nos enseña este modelo, lo único que podemos hacer, desde mi insignificante punto de vista, es arrepentirnos cuando sabemos que hemos cometido un error, y como mínimo al reconocerlo, pedir disculpas…

2 comentarios:

  1. Pisotear los valores (y a los otros) no solo ocurre con palabras, tambien se da con actitudes discriminatorias desencadenadas por sujetos inseguros que andan por el mundo buscando algun reconocimiento que nunca se les a dado, y no importa si tienen que pasar por encima de los demas apagando el brillo de la luz de sus semejantes para que pueda brillar la propia, pedir disculpas hace solo una minima parte de la soluciòn, tambien se debe ser solidario y menos discriminatorio, a si tendriamos una sociedad mejor, pues no mirariamos a nuestro semejante como la amenaza mas cercana, buena reflexiòn medico, no se que la motivo pero no se te olvide que discriminar es violentar la integridad del otro y es mas dura de afrontar que otros tipos de maltratos generados de una pobre educaciòn como el maltrato verbal o fisico entre otros.

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  2. Estamos formando una tempestad en un vaso con agua. En un grupo tan numeroso, con tantas maneras diversas de ver las cosas...donde juega un papel preponderante la EMPATíA cuya definición textual dice:
    " Es la capacidad que tiene el ser humano para conectarse a otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos, e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con el."
    es utópico pensar que podemos lograr esto con todos...por ello la actitud más sencilla y práctica que podemos asumir es: no sentirnos agredidos por posiciones de nuestros compañeros, mejor entenderlos y si no las compartimos respetarlas. Con absoluta seguridad nadie pretende hacer sentir mal a los demás con ellas.

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