Dejáme ganar!!!

El verdadero ganador de la etapa. (uniforme blanco)

Una emocionante salida dominical pudo disfrutar el grupo Mariela’ el pasado fin de semana; aunque se esperaba una pobre asistencia por el previsto viaje del mecenas, la puntualidad y gran número de pedalistas causó admiración en quienes habían vaticinado una deserción masiva ante el grado de dificultad de la prueba.

Fueron doce los valientes que iniciaron la osada aventura desde el Palacio de exposiciones, rodando alegremente por la autopista hasta llegar a la altura de Niquía, en donde impacientemente los esperaba el Animal, quien en compañía de la Hormiga y Masajes, se unieron al festivo combo, aclarando que el último no quiso fraternizar con ninguno de los ciclistas y algunos lo vieron únicamente cuando aceleró el paso y se alejó con rumbo desconocido.

El lote estaba compuesto por más de veinte curtidos viajeros, pues al lote Marielo’ se unieron un buen número de foráneos, que como es ya tradicional, no dejan pasar la oportunidad de rodar con el reconocido grupo recreativo que rueda por las vías nacionales, principalmente por el departamento de Antioquia.

El paso por los dos peajes que separan a Bello de Hatillo, se hizo a paso relajado y era perceptible el ambiente de nerviosismo extremo que llevaba la mayoría, motivado por las dos largas ascensiones programadas, así como el bastante largo recorrido de más de 130 Km. programado para un caluroso día.

Por eso hasta la micción no dio espera, y aunque suene ridículo se escuchó una voz proponer que se detuviera el grupo en pleno a orinar; claro que no fue acatada la propuesta, y esperemos que siga ocurriendo lo que se ha acostumbrado siempre, es decir que el que tenga problemas de próstata se adelante un poco, pare, haga su necesidad y alcance nuevamente al lote, porque si vamos a detenernos cada vez que alguno tenga que evacuar, vamos a tener que llevar linternas para alumbrar en la noche, pues llegaremos con la luna a cuestas.

Claro que no faltó quien quisiera sacar provecho de la detención tan cerca de iniciar la primera cima, pero en la base del coloso Matasanos, todos comenzaron la subida con nimia diferencia, sin embargo el Médico quien dijo sentirse muy débil, incitó al Búcaro que había sido invitado previamente, a ponerle paso para adelantarse, consiguiendo una ventaja que increíblemente conservó el primero hasta la cumbre, aun cuando había sido rezagado por Búcaro, quien lo esperó hasta el cansancio y al final se aburrió con el moroso ritmo.

Los demás decidieron subir a ritmo fraternal, es decir que trataron por todos los medios de llegar juntos al vértice de la montaña, pero fue imposible por el lamentable estado ciclístico de Sancocho que después de sus largas vacaciones por el caribe llegó con el estado físico de un ajedrecista, y fue el primero en rezagarse, otro que no fue capaz con el elemental paso del lote fue el Animal, que ataviado con un horrendo traje de Kotex o Nosotras, resignó sus posibilidades, otro que sin excusa se reventó al final de la cuesta fue el perenne pájado d’oro osea el Monito, que llegó con el bigote rucio de sudor.

El paso fue tan asequible que Scooby, como es ahora conocido el famoso Mariobanco, superó al lote completo y llegó al alto con una descomunal ventaja, lo que no impidió que lo esperara para unirse en el resto del recorrido al glorioso equipo Mariela’s cycling leña racign team, una prueba más de la fascinación que genera el egregio combo.

Los cerca de 50 kilómetros de regreso hasta el punto donde se iniciaría la segunda ascensión, fueron a paso crucero, disfrutando de la compañía mutua y solamente dividido por la consabida detención a recargar vientre, lo que se hizo en el estadero que adornado con una enorme ala delta, recuerda que desde allí se hacen vuelos en parapente y cometa; en este sitio se encontraron con el famosísimo Toño, quién aprovechando la ausencia de su jefe en la Escuela de Belleza Mariela, decidió tomarse unas vacaciones pagas y con viáticos, siendo tan procaz que osó tomarse una foto.

Una vez saciaron su gula, y rieron a mares con la magnífica galantería de Urrao, que demostrando las finas maneras como se conquista una dama en su pueblo natal, dijo con entonado acento a una bella adolescente que atendió al grupo: “que ojos tan hermosos, … parecen de vaca”, haciendo que la pobre chiquilla llorara a mares durante las siguientes 36 horas, mientras los demás intentaban entender a qué ojos se refería; luego la abandonó a su suerte, y lo mismo hicieron todos.

Ya de regreso en la hermosa capital de la montaña, de vuelta la tensión se apoderó del ambiente, y hasta se vieron los involuntarios temblores aparecer en la mayoría de los ciclistas, incluso haciendo renunciar a los menos corajudos, por eso decidieron retirarse sin siquiera intentar subir por la dura vía de Las Palmas, ellos fueron Sancocho (sin justificación), Morita y Magnelly (por demasiados kilómetros en las piernas: 80 años!!!)

El grupo que inició la nueva subida estuvo integrado en orden alfabético por Animal, Bedoya, Búcaro, Hormiga, Juandiego,  Marín, Médico, Monito, Oscarice, Pala, Profe, Scooby y Urrao; de ellos pretendía ser la gloria de una victoria inmortal, pero poco después de empezar la loma, la agitación y cansancio hicieron estragos en Profe y Animal quienes se descolgaron primero que los demás, pero no serían los últimos y después de cuatro angustiosos kilómetros, Monito resopló por última vez y también se quedó, luego fue increíblemente Hormiga, quien al parecer por algún daño ocasionado por su entrenamiento con Masajes, no mostró su otrora pundonor y casta deportivos distanciándose también, sin embargo, no sería el último.

El calor era agobiante y la cinta asfáltica parecía un calvario, las piernas se sacudían con cada pedalazo mientras el jadeo constante emitía un sonido más parecido a un lamento que al unísono de tantas voces, asemejaba un coro infernal, pero nadie se quejaba, únicamente Marín atisbaba hacia el lado donde Bedoya trataba de no demostrar el extremo cansancio que llevaba a cuestas, por lo que al descolgarse este último, una sonrisa socarrona brotó de los labios del vampiro mayor; esto ocurrió poco antes de llegar al Tesoro, donde Bedoya junto al Médico vieron devolverse a Scooby que al mismo tiempo de Juandiego, se retiraban de la dura prueba y Pala comenzaba a retrasarse.

El lote quedó compuesto entonces por un bravo Búcaro, que llevó la carga de poner el paso desde este punto, Urrao, Oscarice y Vampirín, por lo que el podio estaba muy cerca para este grupo de tesos; continuaron el ascenso con paso de vencedores, mientras Médico, Bedoya y Profe eran vencidos por la desesperación, retirándose en el estadero El Zarzal, a tan solo tres kilómetros de la cima.

Ya en el sitio conocido como El Peñasco, quien demostró debilidad primero fue Marín, que perdió unos metros, por lo que un poco más adelante Oscarice se confió en tener el tercer escalón del podio asegurado y cedió a la vez unos metros, mientras Urrao se aferraba como una rémora al intratable Búcaro, que tenía como misión derrotarlos a todos, y a fe que lo hubiese conseguido pues a tan solo 200 metros de la línea de sentencia era seguido únicamente por Urrao, pero Marín sacando arrestos en el orgullo, demarró con todas las energías que le quedaban para sobrepasarlos a 50 metros, tomando por sorpresa a Búcaro, que sin embargo aceleró para ganar y cuando estaba a punto de destrozar el sueño de Vampirín, escuchó las palabras que nunca olvidará y jamás pensó escuchar de un Marielo’: “Dejáme ganar, dejáme ganar!!!”

Lamentablemente accedió a las abyectas pretensiones del susodicho, por lo que cedió la victoria; no se conoce el monto acordado en dicha transacción, pero se rumora que tiene seis ceros a la derecha, lo cierto es que como las victorias de Armstrong… aunque en este caso, se trató de doping económico, no serán tenidas en cuenta.