Pocos en un mar de críticos y comentaristas, conocen la realidad del ciclismo; y quienes por haberlo practicado, tenemos una mínima conciencia de la rudeza del mismo, no podemos más que sentir abatimiento ante las opiniones de quienes fungen como periodistas deportivos en Colombia.
Leímos impávidos el nombre de otro valiente montañero en los caracteres de la transmisión de T.V., y quienes tenemos la fortuna de conocerlos, aclaramos de forma inmediata a nuestros acompañantes, que no era Sergio Luis, no! Era el de Urrao, nuestro Rigo, quien junto a un experimentado monstruo del ciclismo mundial, pedaleaban con todas sus fuerzas para no dejarse alcanzar por el nutrido grupo de famosos campeones, en donde se encontraba el otro compatriota nuestro.
Ya a ninguno de nosotros le importa que hacía Rigo hace 10 años, conocemos de sobra su trayectoria como ciclista, y sabemos que es un grande, solo eso le permitió llegar al equipo ciclístico más poderoso del mundo; la sorpresa radicó únicamente en el recorrido, que no favorecía a los nuestros y la llegada tan plana fue diseñada para un corredor rápido, y estaban los mejores en esa modalidad, por eso el picor en el epigastrio al ver a Rigo al ataque, y Vino a rueda; y por eso la humedad en los ojos al verle cruzar la meta.
¡Que van a saber! si en la televisión nacional, cuando mencionaban la medalla, aparecía un letrero en el que se leía ‘Luis Guillermo Urán', y ni se ruborizan… Ah, pero si fueran a mencionar a quienes nos hacen quedar como unos ‘gamines’ o ‘gatilleros’ en el exterior, nunca equivocarían el nombre, o sino que podemos decir de “Teo”?
El sentimiento tan profundo que albergamos, quienes vivimos la pasión del ciclismo, nos permite ignorar a nuestros famosos comentaristas deportivos, que realmente son comentaristas de fútbol, y nada más. Por eso, disfrutamos a rabiar la victoria de nuestro amigo y colega, porque aunque la ignorancia lo confunda, fue una verdadera victoria.