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jueves, 29 de marzo de 2012

Muchos los llamados, pocos los …

El ambiente fue festivo desde el comienzo, aún no clareaba el día, cuando los cerca de 30 ciclistas se reunieron en la autopista, y después de su fraternal saludo, iniciaron el rodar sobre sus máquinas que permitió dejar de sentir el intenso frío que hasta ese momento entumecía sus músculos; la amena conversación produjo carcajadas y se avanzó con la mente puesta en el periplo que llevará a estos colosos de las bielas a una verdadera vuelta a Colombia en los días de semana santa.
Todo era alegría y distensión, cuando se activaron las alarmas y el conocido grito llenó el ambiente: “pinchazo!!!”.  No podía ser diferente, era el Animal, que después de sus seis pinchazos en la semana, comenzaba una nueva jornada con el mismo inconveniente; incluso comentó que sentía temor de continuar, pues el trayecto programado incluía 200 kilómetros, y a ese ritmo, no habían repuestos que alcanzaran, sin embargo, fue animado por los demás y decidió continuar después de reparar el daño.
El ritmo fue suave, y todos conversábamos alegremente, algunos tuvimos la oportunidad de intercambiar algunos puntos de vista con Allan, el inglés que nos visita por estos días, y que se encuentra muy a gusto en nuestra ciudad, además, se encontraba encantado con el grupo, con quienes era su primera salida.   Los kilómetros fueron pasando rápidamente, y el cielo se tornó cada vez más gris, y las nubes se oscurecieron presagiando lluvia, pero solo fue a la altura de Barbosa, cuando el suelo se tornó húmedo, señal inequívoca de que un chubasco estaba cerca; pero, se pensó que ya había pasado, y la mayoría decidió continuar, pues el recorrido pactado, era muy largo, para detenernos a meditar…

Un poco más adelante del municipio de la piña, el grupo se vio un poco más famélico, y luego supimos que los primeros en decidir regresarse habían sido Chepelimón, el Profe, Araque, Morita, y probablemente algunos más, que no fueron reseñados; el rocío se estaba convirtiendo en llovizna, y con el pasar de los kilómetros en verdadera lluvia, que rápidamente nos empapó de pies a cabeza, por lo que algunos pensamos que siendo la visibilidad muy buena, no valía la pena ya detenerse; otros empero, no pensaron lo mismo, y en los repechos de “Pescadito” se regresaron más integrantes, e increíblemente, compañeros que llegaron hasta “La negra” se detuvieron, y aunque se encontraban completamente mojados, decidieron esperar a que amainara el chaparrón, para después regresarse. Luego nos enteramos que quienes se regresaron de Barbosa, subieron Matasanos, y quienes se devolvieron de La negra, fueron a Santo Domingo.
Al llegar a Puente Gabino, solamente quedaban 11 valientes, quienes escurriendo enormes chorros de sus uniformes, cargaron sus bicicletas, para atravesar un improvisado puente de madera que permitía atravesar el río Porce, pues el puente vehicular se encontraba en su lecho… efectos de las lluvias, nos dijeron, pero creíamos que estábamos en temporada seca… en fín!
El alivio comenzó al otro lado del río, cuando cesó de caer agua, y el piso se encontraba seco, por lo que nuevamente la alegría se contagió y rodamos a un muy buen ritmo ganando kilómetros antes de comenzar el ascenso al municipio de Gómez-Plata.
Esta subida, de cerca de 18 kilómetros, es muy “engañosa” según palabras de quien la coronó primero, y que no la conocía, se trata de Urrao, que confirmó una vez más su exuberante forma.    Aunque con tres “descansos” de entre 100 metros y 1 kilómetro, la inclinación fluctuante hace que las piernas se recientan de forma severa, y a todos, inclusive quienes la conocían, se les hizo muy larga.
Sorpresivamente, entre quienes se le midieron a la cima, y terminaron el recorrido completo, se encontraba Masajes, que sin considerarse escalador, dio muestras de coraje y tesón; sus primeras palabras antes de iniciar la cuesta, denotaron sus temores: “Aquí estoy entre puros duros…” pero, demostró que hace parte de ese grupo.
Una vez iniciadas las primeras rampas, el paso se fue haciendo más intenso, y el grupo fue desgranándose como una mazorca, y como era de esperarse los más fuertes en este terreno fueron Urrao, Pantani, Oscarice y sorprendentemente Monstruo, quien no ha sido muy constante en las últimas jornadas, pero que sin duda tiene unas condiciones envidiables, por lo que no perdió terreno en los primeros kilómetros.
Longaniza decidió en esta ocasión subir en compañía de Carlomagno a un paso regulado, y se dijo que sintió temor de presentar alguna molestia física como la que lo hizo poner pie en tierra en la jornada de la semana anterior; quien parece que se encuentra sobreentrenado, o por lo menos eso se mencionó al interior del lote, es Fastástico, quien subió penosamente y no se vio con la misma energía que muestra generalmente cuando la carretera se empina hacia arriba.
Otro que sorprendió por su mejoría, fue el Médico, quien después de retrasarse en las primeras rampas, se recuperó para dar alcance a Cuneta antes de coronar la cima, y por pocos metros casi supera a Oscarice, quien había cedido algunos metros con Pantani, que llegó después de Monstruo que hizo la segunda posición.
No se detuvieron por mucho rato en la entrada del municipio, y mientras respondían las preguntas escrutadoras de dos agentes de policía que se acercaron a ver quien desconocido llegaba, organizaron sus máquinas e iniciaron el descenso, pues previamente se había acordado que el lugar de avituallamiento sería donde Minutos, en Porce.
Nuevamente un pinchazo del mismo Marielo’ que detuvo la marcha al iniciar la jornada, detuvo a este reducido pero selecto grupo, se hicieron apuestas sobre cuántos pinchazos más sufriría el Animal, antes de llegar a casa; después de reparar el daño, se descendió entre una espesa niebla que permitía escasa visibilidad, lo que redujo de forma significativa la velocidad.
Atravesamos nuevamente el puente hechizo, y nos dirigimos a la caseta de Monedas, donde degustamos de unas merecidas viandas, para continuar el camino de regreso; en los repechos de Pescadito, el fuerte paso impuesto por Monstruo, disgregó nuevamente el lote, por lo que al terminar estos obstáculos naturales, se redujo el paso hasta reagrupar el mismo.   Como no ocurre habitualmente en el MCLRT, el recorrido desde este punto, se hizo sin pausas, con un paso redondo y ágil, se avanzó por los cerca de 76 kilómetros, y solamente se interrumpió la armonía, cuando al llegar al repecho de Comfama, Masajes decidió adelantarse, según él, por el temor de rezagarse en el siguiente obstáculo hacia arriba, que correspondía a Haceb; el Médico decidió acompañar al susodicho Marielo’ y los dos junto con Diego (quien fue alcanzado), llegaron con una leve ventaja sobre el resto de compañeros a Niquía.
Después, todo fue celebración y comentarios sobre la absoluta importancia de este recorrido en la preparación del ansiado periplo de semana santa.
El próximo domingo será un recorrido de descanso, para afrontar la prueba más intensa que se hará en el presente año, el ánimo está muy alto, y esperamos que las expectativas de todos se cumplan en las siguientes dos semanas…

1 comentario:

  1. Meditando un poco, entiendo y comparto la razón,que impulsó a Cuneta para "alistar" una de las tablas que servian de piso a la rampa hechiza de madera en Puente Gabino precisamente antes que el Animalito. Deformádola, con el firme propósito que cediera ante el peso del fulano de marras y poder asi terminar la jornada sin tener que volver a exclamar: "pinchazo...adivinen quien...El Animal!!!

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