Aunque en este año, más que cualquiera, hemos sufrido con el agua, y a pesar de que algunas vías se han afectado por esta causa; hemos llegado al fin de una temporada llena de emociones y alegrías junto a nuestra eterna compañera.
Y podemos despedirnos, añorando que el año que ya llega, nos arreglen vías fundamentales para nuestro deporte, como la vía a las Palmas, la vía a Bolombólo, y hasta la carretera antigua al mar, es decir, la de Boquerón.
Mientras la nueva temporada se avecina, los Marielo’s, se van de farra, y es que ya es una tradición, la reunión de fin de año; que en esta oportunidad, debido al daño en las carreteras de oriente, se traslada a la ciudad, lo que a su vez, hará posible la participación de más compañeros.
Departir con nuestras cómplices, que en este caso, se trata de nuestras esposas, es un motivo de elevada complacencia, pues, en ocasiones, son ellas las que mayor sacrificio realizan, para que podamos compartir cada semana de nuestro bello pasatiempo.
Desde esta tribuna, queremos dar las gracias, a cada uno de ustedes, que se han entregado en cuerpo y alma, para que cada día, añoremos estar en la carretera, compartiendo y aprendiendo mucho más que ciclismo; por que compartir con gente tan especial, nos permite crecer como personas cada día, y haciendo lo que más nos gusta: “sufrir” sobre la flaca, se convierte en todo un placer.
Aquella tarde gris de diciembre, hace ya seis años, la reunión de 15 ciclistas (incluyendo dos junveniles: Carlitos y Camilo), con 9 de sus esposas, aclarando que solamente Frank y Orozco, fueron como solteros, degustamos de las dotes culinarias del Profe, y departimos en forma cómplice en la casa de descanso de Jota; e iniciamos esta hermosa tradición. Como no recordar el rápido compartir fraternamente de “las doñas”: Gloria, Lucero, Martha, Luz Mary, Nora, Marisol, Susana… quienes, sin duda tuvieron tantas cosas en común, que se veían más compinches que los mismos integrantes del Mariela’s.
Otras cinco reuniones, han estrechado esos lazos, y nos han permitido crecer como grupo. El año anterior, esta había crecido de forma tan significativa, que en la finca de La Ceja, éramos más de sesenta personas, departiendo satisfechos. Y en este año, somos aún más; todos con la común motivación de las bielas.
Que este sea un motivo de reflexión, por que la cantidad no debe reemplazar la calidad, y esta ha sido la característica más importante del grupo; y va mucho más allá de la bici, es el compañerismo, la tenacidad, la complicidad, la lealtad, y el cariño mutuo, los que nos han permitido llegar tan lejos…
Un cálido abrazo a cada uno, extensivo a sus esposas, y que el todopoderoso, nos permita seguir creciendo…….juntos!!!
Comparto estas palabras Dr. Campos, creo que la mayor satisfación es llegar todos al fin de la temporada con salud y al lado de nuestros seres queridos. Un abrazo para todos!!!
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